La Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa) y el Centro de Investigación de la Opinión Pública Salvadoreña – CIOPS – presentó los resultados del estudio “El crédito en el sector informal en El Salvador” el cuál reveló que los pequeños empresarios, al no tener acceso a créditos con la Banca, recurren a prestamistas o usureros para financiar sus negocios.
Raúl Zepeda, director del CIOPS, también sostuvo que el estudio dio a conocer que la cuota de los préstamos se paga y cobra diariamente, mientras que los plazos para cancelar los créditos oscilan entre los 8 y 30 días y una vez cancelado el primer crédito se vuelve a desembolsar uno nuevo múltiples veces en un año.
“Se encontraron casos donde la tasa de interés anualizada alcanza el 13,564% y la mayoría de créditos demandados por los pequeños y medianos emprendedores son de uso productivo”, aseguró.
Zepeda explicó que ocho de cada diez microempresarios entrevistados dijeron que su crédito lo obtuvieron a raíz de que estos prestamistas los visitaron en su lugar de trabajo o negocio y el 18 % buscó el financiamiento con ellos por intención propia.
Entre los usos más comunes del dinero prestado, el 75 % dijo que principalmente lo utiliza para compra de mercadería para la venta, un 40% para ampliar su negocio y un 22 % adquiere esa deuda para cancelar otras deudas, lo que los encierra en un círculo vicioso de endeudamiento.
De acuerdo a Raúl Cardenal, presidente de Abansa, para que pequeños y medianos emprendedores puedan financiar sus operaciones en el sector financiero formal, es necesario que la regulación bancaria disminuya y flexibilice los requisitos que por Ley, como el Código Tributario y normas dictadas por el ente regulador, se deben cumplir.
Cardenal aseguró que si por regulación bancaria se dicta bajar los techos máximos de la tasa de interés del sector financiero regulado, únicamente limitaría más el acceso al crédito de los emprendedores del sector informal teniendo estos que acudir a fuentes de financiamiento otorgados por usurero.
“El combate a la usura solo puede ser posible si participan conjuntamente el sector financiero regulado con el Gobierno de la República, apoyando este tipo de crédito de alto riesgo para fomentar la productividad, capacitando a los emprendedores, flexibilizando los requisitos y otorgando seguridad física a los colaboradores del sistema financiero que operaría en apoyo a los emprendedores”, concluyo el representante de la Banca de El Salvador.
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