Por: Ignacio Gómez, Gerente General Genera.
(M&T)-. Sin embargo, nunca se ha experimentado un ritmo tan acelerado de cambio ni se han visto transformaciones de la magnitud de los que vivimos hoy en día, producto principalmente de los avances tecnológicos y más recientemente por la pandemia de COVID-19. El panorama competitivo de las empresas está cambiando más rápidamente y, en ocasiones, incluso industrias completas pueden desaparecer por un avance que altera el statu quo.
Es de especial importancia analizar el modelo de negocios de nuestra empresa para constatar si este se mantiene relevante o ha de ser replanteado debido a cambios y nuevas tendencias en la industria. El estudio de la firma Deloitte “Pensar en grande con la transformación empresarial: seis claves para desbloquear nuevos valores de la empresa”, define la transformación empresarial como la oportunidad de establecer una ambición audaz para repensar modelos de negocio que ofrezcan un valor innovador.
Menciona el estudio que la claridad estratégica ayuda en la alineación de objetivos y expectativas de resultados de acuerdo con la capacidad de la organización, desde una perspectiva financiera y/u operativa. El proceso de transformación implica preguntarse ¿Cuál será el valor agregado que estaremos generando con el giro de negocio? y plantearse las acciones que nos llevarán al cumplimiento del propósito final que es, precisamente, la evolución de la empresa.
El valor agregado debe ser el hilo conductor que une la estrategia empresarial con el cambio planteado. En nuestro caso, como grupo inmobiliario con más de 60 años de experiencia en el mercado, ajustamos el enfoque de nuestro negocio, apostando a un diseño basado en el bienestar de las personas y que contribuya tanto al desarrollo urbano como económico de la capital.
Uno de los ejes principales de nuestro plan es atraer empresas de buen perfil, con alta reputación y generadoras de empleo para devolver a San José su relevancia como centro de negocios. Esto se hará a través de la recuperación de edificios y espacios urbanos, que mejoren la calidad de vida de las personas y aumenten la deseabilidad de la infraestructura de la capital.
Por ejemplo, al tener inmuebles que permanecen arraigados en la memoria colectiva —como el edificio Rofas, el edificio Santa Rita, entre otros— en Genera planeamos realizar una intervención completa del céntrico edificio Rofas para el año 2022, con una inversión superior a los US$10 millones, este proyecto lo venimos analizando desde el 2019.
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Claramente, antes de cambiar nuestro negocio tuvimos que valorar la posición relativa de la empresa en el mercado para posteriormente actualizar la visión de hacia dónde queríamos dirigirnos. Analizamos el sector inmobiliario nacional para definir las oportunidades y desafíos que nos presentaba, apostamos por una fuerte comunicación interna y externa, involucrando a nuestros colaboradores y stakeholders y, en el camino, hemos ajustado e implementado acciones para impulsar el proceso de evolución empresarial.
En este proceso nos enfocamos en revisar, cuestionar, repensar y crear nuevos esquemas organizacionales para que el cambio empresarial penetre en el ADN de la compañía, como objetivo implícito de la estrategia y no como una acción más en el plan de negocios. Además, esto nos permite anticiparnos y reaccionar ante eventuales acontecimientos.
En Genera confiamos en que nuestro nuevo modelo de negocio será sostenible en el tiempo y de valor agregado para el entorno en el que nos desarrollamos. Sabemos que el cambio es lo único garantizado.
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