Una de las críticas usuales a la enseñanza universitaria y técnica de las Ciencias Empresariales, radica en la pérdida del ligamen con la realidad del desarrollo de los giros de negocio, así como de la desactualización de contenidos teóricos de fondo, presentándose en ocasiones una evidente separación entre los temarios analizados en las clases y las tendencias o aplicaciones específicas observables en el mundo empresarial.
Por: Dr. Juan Diego Sánchez Sánchez, Ph.D.
Asesor y analista financiero, abogado, profesor e investigador.
(M&T)-. Este tema, no solamente representa una desventaja profesional para los educandos, sino también, señala ser una distorsión de relevancia para las empresas interesadas en la contratación de personal con conocimiento técnicos y habilidades particulares ligadas al campo de la administración profesional de empresas. Bajo esta lógica, es fundamental el establecimiento de líneas de acción, o bien, campos epistemológicos específicos, pero a la vez con un enfoque práctico, que permitan a las universidades contar información oportuna para la creación e incorporación de contenidos relevantes y de tendencia en sus programas y cursos.
Es precisamente derivado del punto anterior que se establece el concepto de tendencia academia-empresa, el cual responde al establecimiento de una correlación directa entre el campo teórico educativo y la vida práctica empresarial, precisando a la vez una constante actualización en materia de los temas y tópicos que deben ser vistos y cubiertos en lo que se denomina un programa universitario actualizado.
Para estos efectos se torna necesario contar con docentes que se encuentren a su vez activos en el campo empresarial, la presencia de profesores con formación constante en el área numérica y de análisis de datos, existencia de investigadores técnicos en el cuerpo docente, contar con un manejo de al menos dos o tres idiomas, así como la incorporación de paquetes de software y herramientas tecnológicas actualizadas, entre otros elementos.
Adicionalmente, y partiendo del hecho que se cuenta con el personal docente capacitado y con niveles y grados académicos de alto nivel, pero con un ligamen directo y activo en el campo de la administración de empresas, es necesario el establecimiento de líneas tendenciales académico-empresariales, las cuales permitan el desarrollo de programas y contenidos, precisamente enfocados en la enseñanza de la temática propia de las áreas en cuestión, mismas que deben ser clasificadas como epistemológicas y prácticas. Ejemplo de ellas son las siguientes:
Administración tributaria empresarial y global: un área constante en las empresas, y su enfoque no debe ser solo en el análisis de la normativa existente, sino también en su entendimiento y creación de figuras legales y viables que permitan el aseguramiento de la obligación, pero eviten los excesos derivados, tanto procedimentales, como financieros, introduciendo conceptos como globalidad, asimetrías híbridas y partes relacionadas.
Gestión de neurodatos y patrones conductuales: no es suficiente analizar la Neurociencia desde un único punto como el Mercadeo o las Finanzas, sino más bien debe ser cubierta desde una óptica empresarial funcional y con relación a la gestión de los datos biométricos neurales y corporales de las personas, precisando su uso ético y efectivo en el negocio, considerando temas tales como la inducción neural y la neuro conducta.
Inteligencia artificial y perfilación: La inteligencia artificial, más allá de ser vista únicamente como un elemento generador de contenido, debe ser analizado por las empresas como un gestor de negocios y tomador de decisiones, donde la perfilación, en todas sus aristas, entiéndase, clientes, personal, estrategias, proyecciones, es fundamental, adicionando a la vez la capacidad jurídica y derechos de la inteligencia como un ente gestor.
Ingeniería de datos e información correlativa cuántica: el acceso a la información y el contenido ligado a patrones conductuales, compras, etnografía y demás, es una realidad, pero más allá de su simple recolección y análisis, este debe ser extrapolado un paso más, considerando para estos efectos las correlaciones cuánticas dadas por las nuevas tecnologías, precisando temas como el entrelazamiento cuántico y la relatividad financiera.
Derecho empresarial y finanzas jurídicas: lamentablemente el Derecho y las Finanzas han sido vistas como ramas contrapuestas, cuando en la práctica van en conjunto y su enseñanza debe ser dada en función del entendimiento de técnicas de gestión jurídica societarias ligadas estrictamente a la gestión financiera, introduciendo conceptos como holdings globales, relaciones societarias mundiales, criptomonedas, metaverso, entre otros.
Claramente la enseñanza de las Ciencias Empresariales no debe perder su base conceptual y fundamental, es decir, los conceptos sobre los cuales radica su esencia misma deben siempre ser respetados y estudiados, no obstante, y en especial atención a un área tan dinámica, estos deben ser actualizados y extrapolados en consideración de la realidad y el entorno. Donde elementos tales como el mercado, la información y el constante cambio de las tecnologías señalan ser variables y no constantes, permitiendo así una formación más adaptable a la actualidad.
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