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Síndrome del Impostor: ¿Qué es y cómo me afecta?

Por: Nancy Segura

Columnista Invitada

También conocido como Síndrome del Fraude, el Síndrome del Impostor afecta en algún punto a las personas que han alcanzado éxito en uno o varios aspectos de su vida, y consiste básicamente en ese miedo de creer que no somos lo suficientemente buenos en el área en la que nos estamos desarrollando o se nos está reconociendo.

El síndrome del impostor viene a nuestra mente cuando creemos que lo que estamos viviendo es demasiado bueno para ser cierto y eso nos hace dudar, lo que a su vez ocasiona que suspendamos proyectos, rechacemos oportunidades y demos un paso atrás en el camino hacia alcanzar nuestros objetivos.

Empecé con este tema porque sé lo que se siente. He querido hablar de este tema hace muchos años, como también he soñado dar clases a grupos más grandes o incluso, ser speaker en algún evento relacionado al Marketing Digital. Sin embargo, siempre que trato de dar ese paso hacia adelante llega la duda, el fraude, mi impostora interna sale, me apunta con su dedo y me dice: ¿te creés realmente buena en esto? Si lo hacés mal, vas a hacer el ridículo. ¿De verdad creés que podés expresarte como querés?

El ser humano tiene esa tendencia a siempre pensar en que es más factible que pase algo malo a que algo bueno nos sorprenda. Entonces, cuando estamos en un momento donde las decisiones y acciones (o algunas de ellas) son acertadas y están dando buenos frutos, es ridículamente fácil pensar que si esto salió bien debe venir algo muy malo en camino, ya sabés, la calma antes de la tormenta. ¿Cómo lograr vencer esa sensación que te impide seguir adelante?

No soy psicoanalista ni nada similar, pero te puedo decir cómo estoy haciendo yo para vencer ese miedo que siento, por ejemplo al publicar esta nota y exponerme a la crítica.

Ponele mute:

Toca aprender a silenciar esos pensamientos impostores que no te están dejando avanzar y hacer cosas que no solamente querés, sino que en el fondo de todas esas dudas, sabés que tenés la capacidad de realizar.

Sé agradecido:

Esta conducta es sin intención la mayoría de las veces, pero llega un punto en el que la inseguridad nos puede volver egoístas.  Aceptá las cosas buenas que están llegando a tu vida y disfrutalas al máximo, estas son el fruto de tu esfuerzo.

Que te dé pena no cumplir:

Es muy fácil dejar botado un proyecto cuando no tenés que cumplir compromisos o fechas de entrega. Siempre vas a encontrar una excusa para no escribir ese día, ir al gym, cumplir una cita, etcétera, si no hay algo que te obligue a hacerlo.

Toca tener un plan:

No podés pretender avanzar y tener un proyecto o carrera exitosa si no tenés un plan. Además se vuelve muy difícil si, como yo, combinás tu trabajo regular con tus proyectos. Hacé una lista de temas, de cursos, de certificaciones, etcétera que te permita saber cuál es el siguiente paso, de lo contrario entre el cansancio y el trabajo no te va a quedar tiempo de lograr lo que tenés en mente.

No busqués la aprobación de otros:

Las personas siempre van a tener una opinión sobre lo que hagás, buena o mala (casi siempre mala). Esto es por lo que te decía arriba, siempre es más fácil ver lo malo que lo bueno y mucho más cuando se trata de dar “crítica constructiva” de un proyecto ajeno, especialmente viniendo de gente que probablemente no tenga experiencia en el ámbito en cuestión.

Tenés que crear pensando en el público al que le querés llegar, escuchar ideas y mejorar continuamente, pero nunca lo hagás buscando aprobación, ya que esto solo te frustrará y alimentará al síndrome de fraude que estamos tratando de vencer.

Sea cual sea tu proyecto o meta, lo tenés que anteponer al miedo, a la duda y al qué dirán.

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