Por: Rodolfo Pilipiak, Director General de HP Inc. para Centroamérica y el Caribe
Nuestra relación fundamental con la creatividad y aquellos a los que consideramos “creadores” está cambiando. Antes, la creatividad en el trabajo era una expectativa solo para los colaboradores en puestos tradicionalmente creativos, como los escritores. Hoy las nuevas tecnologías y tendencias generacionales están reescribiendo las reglas.
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Según un estudio de LinkedIn, la creatividad se está convirtiendo en una de las cualidades más buscadas. Este cambio es posible gracias a los millennials y a la generación Z, quienes ahora dominan la fuerza laboral. La creatividad desempeña un papel importante en marketing, comunicación y en I&D, pero también en mantener productiva a la fuerza laboral. Pero, para competir y ser los creadores del futuro (y del presente) ¿cómo deben prepararsse los líderes empresariales?
Creatividad con efecto cascada
Todos los altos directivos, desde el CEO hasta el director de tecnología, tienen que hacer que la creatividad forme parte de la ética de la empresa y que dichos valores tengan un efecto cascada en toda la compañía. Una cultura en donde la creatividad está reprimida puede tener como resultado empleados insatisfechos e implicaciones para el desempeño empresarial. Según una encuesta global de Adobe, invertir en creatividad hace que los empleados sean 80% más productivos; el 78% genera mejores experiencias para el cliente y el 73% resulta en mejor éxito financiero.
Todos pueden—y deberían—ser creadores
El pensamiento creativo se puede aplicar a cualquier puesto: los profesionales de servicios financieros pueden mejorar sus presentaciones con herramientas de diseño gráfico, video y desarrollo web; los gerentes de productos pueden usar aplicaciones para mostrar su trabajo de forma dinámica y publicarlo en cualquier dispositivo. La creatividad puede integrarse de forma natural en la vida diaria de todos los colaboradores.
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Por qué la tecnología permite o impide el impulso creativo
Todos tienen el potencial de ser una persona con “grandes ideas”, pero sin las herramientas y los sistemas adecuados para llevarlas a cabo, las ideas seguirán siendo solo sueños.
Una reciente encuesta reveló cómo las compañías seleccionan sus herramientas y aplicaciones tecnológicas. Casi el 40% de los encargados de TI siguen tomando decisiones de compra con base en criterios tradicionales, como potencia de cómputo, desempeño, precio y capacidades de seguridad. Sin embargo, las compañías también deberían determinar cuáles tecnologías serán más enriquecedoras para las capacidades creativas.
La flexibilidad es una de las principales consideraciones entre las nuevas generaciones. Las tecnologías emergentes, como inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático, también pueden influir en la creatividad.
La revolución creativa es ahora. Con frecuencia hablamos sobre las grandes ideas creativas: las campañas de marketing, las iniciativas empresariales y las soluciones creativas que captan la atención del público. Sin embargo, estos momentos están formados por pequeñas ideas creativas, donde cada colaborador usa la creatividad como un diferenciador para mejorar su trabajo diario.
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