De acuerdo con Ortiz, desde el año 2014 el país ha crecido a una tasa de 6.6% promedio anual, aplicando una sabia política monetaria en armonía y coordinación con la política fiscal, que tiene su punto de mira en la estabilidad de las cuentas internas y externas.
El funcionario explicó que con la implementación de medidas administrativas enfocadas en la eficiencia recaudatoria, la presión fiscal ha crecido de forma consistente, mientras el control del gasto redujo la relación gasto total/PIB a un 17.4% al cierre de 2018, más de 3 puntos porcentuales por debajo de su nivel en el año 2012.
“Esto ha permitido la obtención de tres años consecutivos de superávit primario del Gobierno Central”, afirmó el ministro, tras indicar que esta variable unida al manejo prudente del financiamiento garantiza la sostenibilidad de la deuda pública.
Asimismo, aseveró que de acuerdo con los últimos análisis, la deuda pública de República Dominicana “es sostenible en sus condiciones actuales y se mantendría sostenible ante escenarios de choques adversos como alzas pronunciadas de las tasas de interés internacionales, de depreciación inesperada del peso o si se produjera una reducción importante de la actividad económica”.
Por otro lado, manifestó que el Ministerio de Hacienda ha mitigado los riesgos del portafolio de deuda, extendiendo el perfil de madurez hasta casi 9.6 años; aprovechado el escenario de bajas tasa de interés internacionales y la reducción de las tasas de interés nominales domésticas; y blindado el portafolio actual ante posibles aumentos de las tasas de interés, al haber contratado el 87% de deuda del Gobierno a tasa fija.
El funcionario sostuvo que el hecho de que el crecimiento económico se redistribuya, permeando todas las clases sociales, asegura la estabilidad social y política de la nación, factor que también es requerido por los empresarios extranjeros a la hora de invertir en el país.
Cabe resaltar que República Dominicana ha pasado de tener una tasa de pobreza de 39.6% en 2013 a 23% al cierre de 2018, lo que significa una reducción en 2.75 puntos porcentuales cada año.
Entre las medidas que procuran colocar a República Dominicana entre los mejores países para hacer negocios de América Latina, destacó la agilización de los trámites aduaneros mediante el uso de sellos electrónicos, la ampliación del tiempo de trabajo de las aduanas dominicanas, la priorización de las exportaciones de 30 rubros agrícolas y la obtención de acuerdos de exportación con diversos países.
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