Por Bernardo Kliksberg / Economista, sociólogo, consultor y asesor
Las expectativas sobre los comportamientos deseables de las empresas están escalando y complejizándose. ¿Qué piensan los millennials y la generación Z, parte clave del mercado, los presentes o futuros empleados y los muy influyentes en la formación de la reputación empresarial?
Según una encuesta de Deloitte, realizada a 13,400 personas de 42 países, encabezan sus preocupaciones el cambio climático, la protección del medio ambiente y los desastres naturales.
Es decir, el posicionamiento de las empresas en cuanto a lo “verde” pesa. Las empresas más exitosas en lo climático están superando en rendimiento corporativo a las de menor reputación.
El Reporte Edelman 2019 aporta elementos estratégicos sobre qué está pasando. Realizado a 16,000 personas de 8 países avanzados, resalta:
El 81% ve a la confianza en la empresa como un factor esencial en la decisión de compra.
El 64% espera que las marcas jueguen un rol mayor en la sociedad.
El 53% consideran que por lo menos tienen que estar envueltas en una cuestión social no vinculada con su negocio.
El 80% espera que no trabajen solo para ellas.
El 56% estima que en la mayoría de las marcas hay una distancia entre las palabras y hechos concretos.
La gente busca encontrar los hechos y el 73% está preocupado por la utilización de las fakenews como un arma que le dificulta hallarlos.
El 67% de los empleados de la corporaciones esperan que empleadores su sumen a ellos en acciones sociales.
Cuando los empleados confían en la responsabilidad social de la empresa ello incide fuertemente en su rendimiento: las defienden un 39%más, son un 38% más leal, tienen 33% más de compromiso.
El 76% de la población y el 71% de los empleados esperan que los CEOs sean líderes en buscar los cambios necesarios.
Otra encuesta (Clutch 2019) dice que se espera que las empresas intervengan entre otros temas: en ambiente, discriminación de género, salud pública y derechos humanos.
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Las empresas líderes están cada vez más atentas a estos mensajes del contexto. Entre otros ejemplos recientes, Apple prohibió las aplicaciones que sirvan para promover u obtener los e-cigarrillos que están causando graves daños a sus jóvenes fumadores y se han convertido en una epidemia. Twiter prohibió los avisos políticos dañinos y falsos.
En conclusión, gerencia de calidad será la que sea capaz de “escuchar a la sociedad” y responder a estas nuevas demandas.
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