La innovación se ha convertido en uno de los principales elementos que puede lograr que una pequeña o mediana empresa (pyme) se destaque del resto de su competencia y la impulse al éxito, ya que le permite a las personas y empresas interactuar en un mundo altamente dinámico y competitivo.
“Básicamente, innovar significa: hacer algo de una forma más eficiente generando mejores beneficios. Ese “algo” puede ser tecnología, agricultura, literatura, entre muchos otros. Frecuentemente es una mezcla de áreas que generan soluciones nuevas a problemas nuevos o existentes. Todos pueden buscar mejores formas de hacer las cosas y ser innovadores en su campo de acción“, comentó Johnny Robles, CEO de la fintech costarricense IMPESA.
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Para que una pyme sea innovadora, se requiere un compromiso con probar ideas nuevas y una mayor tolerancia al riesgo. Estos procesos deben, necesariamente, generar resultados monetarios mediante ahorros o más ganancias.
“Innovar por innovar no tiene sentido si esto no genera utilidades o ahorros a la empresa. Se convierte en un ejercicio puramente intelectual que puede más bien afectar el rendimiento de la empresa. La innovación debe ir de la mano de la generación de utilidades“, señaló el experto.
Sin innovación, las organizaciones están destinadas al fracaso ya que es muy probable que no tengan acceso a grandes capitales o a economías de escala que les permitan crecer y apalancarse como sí lo tienen competidores más grandes y establecidos.
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