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Procrastinar: la excusa perfecta de la derrota

Por: Patricia Arias, CEO de ComunicArte, Escritora y Conferencista Internacional

“Más tarde lo haré”

“No se preocupe, si no es hoy será mañana que le entrego el informe”

“Mejor veo primero el partido de futbol y después termino la Maestría”

La primera vez que escuché la palabra procrastinar, me pareció como si al emisor, se le habían confundido las letras y un sonido un poco incoherente había salido de su boca y sólo me decidí a buscar su significado porque soy Escritora y esa es mi obligación en el arte de conocer y aplicar correctamente el lenguaje.

Procrastinar significa posponer o aplazar tareas, deberes y responsabilidades por otras actividades que nos resultan más gratificantes pero que son irrelevantes. Procrastinar es una forma de evadir, usando otras actividades como refugio para no enfrentar una responsabilidad, una acción o una decisión que debemos tomar.

Procrastinar trae improductividad

Detener la creatividad humana y no accionar nos provoca interrumpir el propósito para lo cual llegamos a este mundo.

En materia de Comunicación Eficaz, como lo deja entrever mi tercera Obra: “Comunicación Eficaz la verdadera estrategia de las Relaciones Públicas”, dejo plasmado el principio que para relacionarnos es necesario que cada uno, desde su trinchera tenga bien claro cuáles acciones tomar, cuándo desarrollarlas y fijar un propósito que se adecue a la visión que tuvimos al iniciar cualquier emprendimiento o sencillamente tarea personal o profesional.

Para el neurocientífico y neurólogo argentino Facundo Manes, quien ha dedicado gran parte de su trayectoria profesional a descifrar los secretos del cerebro, actividad que sigue desarrollando como investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina, este descifrar, debe llevarnos a un propósito.

Este propósito traerá bienestar y además del contacto humano, nos permitirá concentrarnos en el presente, tan necesario para no dejar de desarrollar ninguna actividad que nos provoque satisfacción y energía y así seremos más productivos.

¿Cómo dejar de procrastinar?

Se lo decía en una Conferencia a los Participantes, el problema de procrastinar es que de tanto tema repetitivo de descanso, de inercia, de pereza mental, el cerebro llegue a convertirse en un enigma y no podamos descifrar sus secretos, como enuncia Facundo Manes y que “lleguemos a desistir de metas y objetivos que son prioritarios en nuestra vida pero que están colgados en un armario húmedo y en desuso.”

Como Comunicadora puedo compartirte que gran parte de mis éxitos, ha sido siempre: “No dejar para mañana lo que puedo hacer hoy”, plantearme pequeñas metas de acuerdo al Principio del Progreso que no es más que la evaluación de cómo adelanto en mis objetivos, fijar fechas de entrega promedio y pensar que no es un maratón mi accionar , pero hay algo que he aprendido a manejar bajo la base de mi conciencia y es reconocer que este enunciado es tan cierto que no debo olvidarlo: Procrastinar: La excusa perfecta de la derrota.

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