Por: Nayid Aguilar – CEO OMNi
Las necesidades que diariamente tenemos varían de acuerdo con el contexto en el que nos desenvolvemos y las condiciones sociales, económicas o políticas que nos rodean.
En Centroamérica podríamos describir parte de ese escenario con algunas características tales como: economías sin acceso a la digitalización, niveles educativos por debajo de lo requerido para competir con otras latitudes del mundo y una población laboralmente activa de 45 millones de personas.
La tecnología no es una “profecía” que esperamos, es una experiencia que ya vivimos y se nos demanda, cada vez más, adaptarnos a ella. Sin embargo, frente a esta necesidad, aún vemos sistemas y procesos tradicionales que se resisten a la transformación, por lo que valdría la pena cuestionarnos ¿es un tema de recursos, actitud o de adaptación?
Tomar una posición al respecto, es lo que nos hizo repensar en cómo se estaban implementando la infinidad de oportunidades que nos brinda el desarrollo tecnológico, luego entrar a liderar ese proceso de transformación y comprender que es una combinación de factores. ¿Por dónde empezar?
Como líder de un grupo de personas apasionadas de los cambios sociales, la mejora en la calidad de vida de las personas y conseguir estas dos anteriores basándose en la tecnología, es que pusimos nuestros ojos en economías de primer mundo para aprender de ellas lo necesario. Así llegamos a Singapur, donde este mismo ecosistema de condiciones socioeconómicas nos reveló que era posible.
Iniciamos un ejercicio de escucha activa, análisis y estudio de las necesidades para comprender que, desarrollar el primer modelo de super app en la región requeriría de dar un paso de confianza, el cual estábamos dispuestos a dar. Era el momento para pasar de los análisis que producen parálisis; a los hechos concretos.
Basados en el nivel competitivo del talento que hemos reunido, sus destrezas tecnológicas y la interdisciplinariedad de sus conocimientos en creatividad, estrategia, logística y comunicación; sumado a la capacitación de las poblaciones con mayor nivel de rezago tecnológico y la integración de muchos servicios desde un solo punto de contacto, hoy OMNi cuenta con más de 600.000 descargas en menos de un año.
Vivimos en un mundo pragmático donde entre más espacio libre tengamos para concentrarnos en lo necesario es mejor. Por ello, uno de los principales beneficios al desarrollar un modelo tecnológico como este, se basa en pasar de crear soluciones independientes y desincronizadas por uno que permita brindar optimización de tiempo, servicios, accesibilidad y agilidad digital.
En síntesis, los beneficios de contar con una super app se pueden analizar desde tres perspectivas: las socioeconómicas, la optimización de recursos y tiempos así como la sensibilización con los usuarios para incrementar su nivel competitivo y por ende el de la región. Queda aún mucho camino por recorrer, pero lo más importante en todo proceso de revolucionario ya se hizo; dar el paso y avanzar exponencialmente.
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