El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo de República Dominicana, la Unión Europea UE y el Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos OCDE presentaron el informe que busca esclarecer pasos a seguir para la economía del país.
(M&T)-. Según los resultados del informe, la creación de más oportunidades de empleo formal, el fortalecimiento de las finanzas y la adopción de la transformación digital como motor de progreso, fueron designados como las dimensiones más importantes para un desarrollo inclusivo y sostenible en la República Dominicana.
El Estudio dice que el país ha logrado un notable progreso socioeconómico en las últimas dos décadas, siendo una de las economías de más rápido crecimiento en América Latina y el Caribe (ALC) con un promedio anual de crecimiento del PIB del 5.1%.
La expansión económica ha sido principalmente el resultado de la estabilidad macroeconómica y de una mayor integración en la economía mundial, incluida la atracción de una importante inversión extranjera directa, el desarrollo de zonas francas y la expansión del turismo y la minería. Puntualiza que las remesas de dominicanos residentes en el exterior, principalmente en los Estados Unidos, también jugaron un papel importante.
Sin embargo, mientras que otras dimensiones del bienestar han experimentado un desarrollo significativo, los avances en las condiciones sociales han sido más modestas.
“La informalidad laboral limita el alcance de los sistemas de protección social para llegar a todos los ciudadanos a lo largo de todo su ciclo de vida, como se vio durante la pandemia. Además, limita la productividad de las empresas y su crecimiento a largo plazo. La formalización del empleo debería ocupar un lugar central dentro de una agenda de reformas estructurales ambiciosas en la República Dominicana”, según Ragnheiður Elín Árnadóttir, directora del Centro de Desarrollo de la OCDE.
El informe identifica la informalidad laboral como uno de los retos críticos y más persistentes en la República Dominicana. En 2021, el 45,4% de los dominicanos vivía en hogares donde todos los trabajadores laboraban en empleos informales, con amplias brechas entre grupos de ingresos y territorios. Un 64,6% de las personas en el quintil de ingresos más pobre y el 56,6% de la población en las zonas rurales vivían en un hogar completamente informal en 2021.
Según el informe, el espacio fiscal, tradicionalmente bajo, se ha visto aún más restringido por el impacto de la pandemia y el complejo escenario mundial, principalmente el impacto de la guerra de Rusia contra Ucrania y las altas presiones inflacionarias a nivel internacional. Los ingresos tributarios son bajos y representaron el 12,6% del PIB en 2020. Esta cifra está por debajo de los promedios de ALC y la OCDE, del 21,9% y el 33,5% respectivamente. República Dominicana necesitará movilizar grandes cantidades de recursos financieros públicos y privados para apuntalar su recuperación y avanzar hacia un desarrollo más inclusivo, resiliente y sostenible.
El informe destaca que la transformación digital puede ser un catalizador para la inclusión social y el crecimiento de la productividad en la República Dominicana a través de la transformación de la economía y el empleo. Aunque el país ha experimentado una rápida expansión de la conectividad, persisten las disparidades en el acceso y el uso entre territorios, y entre grupos de diverso estatus socioeconómico, edad y género, que podrían haberse exacerbado durante la pandemia.
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El informe plantea prioridades de política pública para fomentar un desarrollo inclusivo y sostenible de la República Dominicana:
Sistemas de protección social más sólidos y mejor focalizados para apoyar eficazmente a los trabajadores informales y, al mismo tiempo, ofrecerles incentivos para convertirse en formales; apoyo a las PYME en su transición a la formalidad mediante la simplificación administrativa e incentivos fiscales específicos; proporcionar mejores competencias para mejorar la empleabilidad de la mano de obra, haciendo hincapié en la educación y formación técnica y profesional; y políticas de transformación productiva para crear más oportunidades de empleo formal.
Replantear la estructura tributaria para aumentar los ingresos fiscales y reforzar la capacidad redistributiva del sistema. Existe un margen importante para repensar aquellas exenciones fiscales que son regresivas o están mal focalizadas. Luchar contra el incumplimiento fiscal es esencial, aprovechando el potencial de las tecnologías digitales. También pueden explorarse nuevos impuestos en ámbitos como la economía digital o la transición ecológica. Unos mayores ingresos deben complementarse con un gasto público más eficiente, como parte de un amplio pacto fiscal para construir un modelo de financiamiento más sostenible. El acceso al financiamiento por parte del sector privado debe seguir desarrollándose mediante la profundización de los mercados de capitales en el país.
Avanzar hacia la transformación digital para mejorar la inclusión, haciendo énfasis en los hogares y las escuelas, mediante un mayor acceso a conexiones y dispositivos de calidad y una mejor formación en competencias digitales. Las tecnologías digitales también deben apoyar la transformación de la producción y la mejora del empleo, para lo cual son esenciales mayores esfuerzos en investigación y desarrollo e innovación. El lanzamiento de la Agenda Digital (AD) 2030 ofrece un horizonte coherente y estratégico a mediano plazo para orientar la acción de políticas públicas en materia digital.
Este informe es el resultado de un esfuerzo conjunto: fue liderado por el Centro de Desarrollo de la OCDE con la colaboración y apoyo financiero del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo de la República Dominicana, así como la Unión Europea, en particular su Delegación en República Dominicana.
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