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Pozuelo comprometido con la alimentación y sostenibilidad

(M&T)-. El 16 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Alimentación, fecha que este año hace un llamado a la acción para impulsar sistemas de producción de alimentos más sostenibles, promover una mejor nutrición global y atender las asimetrías que se manifiestan, por un lado en el desperdicio de alimentos y, por el otro, en condiciones de hambre para muchas personas.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) actualmente más de 811 millones de personas se encuentran en inseguridad alimentaria, sin embargo, cerca del 34% de los alimentos producidos en el mundo y que son aptos para consumo terminan en la basura. En este contexto, Pozuelo, como industria de producción de alimentos, ha asumido la responsabilidad de llevar a cabo acciones que atienden algunos de los retos planteados por la inseguridad alimentaria en la región.

De acuerdo con la nutricionista de Pozuelo, Aurora Marlasca, en términos de alimentación las galletas pueden formar parte de un plan de alimentación equilibrado si se toman en cuenta los requerimientos, objetivos, actividad física, género y edad de cada persona. Además la profesional afirma que “hoy en día Pozuelo ofrece gran variedad de opciones con diferentes ingredientes, sabores, presentaciones y características nutricionales, las cuales responden a todos los gustos y necesidades de nuestros consumidores. El consumo habitual de galletas es posible en las cantidades recomendadas por especialistas en nutrición, especialmente si se ingieren como meriendas o postres acompañados de lácteos descremados, frutas o jugos naturales”.

En esta línea nutricional, por su parte, las galletas integrales son altamente recomendables tanto para niños como para adultos, debido a la importancia del consumo de fibra contra el estreñimiento, enfermedades cardiovasculares y su capacidad para provocar saciedad.

No obstante, más allá de la producción de galletas en sí misma, Pozuelo se ha enfocado desde la naturaleza de su Negocio en apoyar el cumplimiento de dos Objetivos de Desarrollo Sostenible, por un lado, el ODS número dos ‘Hambre cero’ y, por el otro, el ODS doce  ‘Producción y consumo sostenible’.

Para lograrlo, la Compañía trabaja colaborativamente con aliados en las cadenas de suministro y las comunidades para alcanzar la mayor eficiencia posible en el rendimiento de las materias primas. Además, analiza la cadena de valor para identificar oportunidades de disminución de las pérdidas y desperdicio de alimentos.

De esta manera, la empresa ha identificado “puntos críticos” en su cadena de valor para impulsar parámetros ambientales y sociales cada vez más sostenibles. Como señala Elizabeth Miranda Núñez, Jefa de Comunicaciones de POZUELO, “estamos comprometidos con el abastecimiento sostenible, por tanto, la adquisición de insumos se realiza bajo principios sociales y ambientales a lo largo de la cadena de valor a través de prácticas sistemáticas como las auditorías en sostenibilidad; o bien, a través de decisiones claras como las políticas de ‘Pérdidas y Desperdicio de Alimentos’, de ‘Organismos Genéticamente Modificados’ o de ‘Cambio Climático’, entre otras”.

En la última década POZUELO ha logrado disminuir sus pérdidas y desperdicios en un 30% aproximadamente. Esto fue posible mediante acciones en los procesos de producción, un ejemplo es el proyecto de reintegro de polvo de galleta para la elaboración de las mezclas de galleta, que minimiza la pérdida. En cuanto a la reducción del desperdicio, se ha implementado una nueva política de devoluciones con los clientes y se promueve una gestión oportuna de las donaciones entre los equipos de sostenibilidad, logística y ventas. 

De acuerdo con Reymood Rodríguez Campos, Gerente de Sostenibilidad y Calidad Integrada de POZUELO, el reducir la pérdida y desperdicio de alimentos debe trabajarse de manera integral en toda la cadena de valor. “Hemos analizado datos que nos permiten saber cómo actuar para reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos. Cuando una galleta horneada no va a ser empacada, es retirada y trasladada al proceso de molienda, para luego incorporarse en la producción de la misma referencia”.

Adicional a sus prácticas internas, Pozuelo también ha impulsado acciones para sensibilizar a sus clientes y consumidores sobre el desperdicio de alimentos. El ejemplo más claro es la implementación de una política que reduce la posibilidad de que los productos Pozuelo adquiridos por los clientes de canal lleguen a ponerse en mal estado. Dicha política permite que los canales hagan devoluciones de producto en buen estado para que sean evaluados en su condición y posteriormente reintegrados al proceso respectivo, mientras que las devoluciones que ya no son comercializadas se gestionan para ser aprovechadas como alimento animal.

¿Y cómo se logra este propósito? De acuerdo con Miranda, la clave está en la planificación de la cadena de comercialización y una buena comunicación con los públicos de interés. “Se necesita conocer la cantidad necesaria para satisfacer la demanda de consumo, otro aspecto relevante es el manejo adecuado del producto y con esto nos referimos a que las condiciones de almacenamiento sean adecuadas y oportunamente gestionadas según su fecha de caducidad”, explicó.

Entre las condiciones ideales para que un punto de venta mantenga en buen estado el producto y opte por una posible devolución a Pozuelo, se incluyen la limpieza, la ausencia de humedad y preferiblemente el hermetismo en el sitio de almacenamiento del producto para evitar el ingreso de posibles plagas como los roedores e insectos.

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