El Banco Central de la República Dominicana pone las cartas sobre la mesa, con un país listo para jugar.

(M&T)-. A pesar de un entorno global caracterizado por volatilidad financiera, políticas monetarias restrictivas y tensiones comerciales, la deuda soberana de la República Dominicana continúa siendo atractiva en los mercados internacionales. El país ha consolidado su posición como un destino de inversión confiable, con el indicador de riesgo país más bajo de América Latina.
De acuerdo con el Banco Central de la República Dominicana (BCRD), el índice de riesgo país medido por el EMBI de JP Morgan alcanzó en febrero de 2025 su nivel más bajo en la historia, situándose en 200 puntos básicos, por debajo del promedio de América Latina y superando a economías con grado de inversión como Colombia, México y Panamá.
Esta reducción en el riesgo país es una señal clara de la confianza de los inversionistas y agencias calificadoras en la estabilidad macroeconómica dominicana, una percepción respaldada por una combinación de crecimiento sostenido, inflación controlada, un sistema financiero robusto y flujos de inversión extranjera en expansión.
Factores clave detrás de la calificación favorable de la deuda dominicana
1. Crecimiento económico superior al promedio regional
El dinamismo de la economía dominicana ha sido un pilar fundamental para la confianza de los mercados. En 2024, el país registró un crecimiento del 5.0 %, superando el promedio de América Latina (estimado en 2.5 % por el FMI). Para 2025, las proyecciones apuntan a un crecimiento del 4.5 %, lo que reafirma la resiliencia del país ante los desafíos globales.
2. Control de la inflación y estabilidad cambiaria
Uno de los elementos que fortalece la percepción positiva sobre la deuda dominicana es la capacidad del país para mantener la inflación dentro del rango meta. En 2024, la inflación interanual cerró en 3.35 %, por debajo del 4.0 % ± 1.0 % establecido por el BCRD.
Además, la estabilidad del tipo de cambio ha sido clave. A pesar de un contexto global donde el dólar ha experimentado una apreciación del 7 % frente a las principales monedas, la política monetaria dominicana ha logrado minimizar la volatilidad cambiaria y preservar la confianza en el peso dominicano.
3. Récord en inversión extranjera directa (IED)
La inversión extranjera directa ha sido un motor esencial para la estabilidad financiera y el crecimiento económico. Durante los últimos tres años, la IED en República Dominicana ha superado los 4,000 millones de dólares anuales, con una proyección de alcanzar los 4,700 millones en 2025.
Este flujo de inversión refleja el atractivo del país para los inversionistas internacionales, impulsado por factores como la seguridad jurídica, un ambiente de negocios favorable y oportunidades en sectores estratégicos como el turismo, las telecomunicaciones y la manufactura.
4. Turismo y remesas como pilares económicos
El turismo continúa desempeñando un papel clave en la economía dominicana. En 2024, el país recibió 11.2 millones de visitantes, generando ingresos por 10,975 millones de dólares.
Las remesas también han sido un factor determinante en la estabilidad financiera del país, alcanzando los 10,756 millones de dólares en 2024. Estos ingresos han fortalecido la demanda interna y han contribuido a la estabilidad del sistema cambiario.
5. Un sector financiero sólido y bien capitalizado
La estabilidad macroeconómica de República Dominicana se ve respaldada por un sector financiero saludable. Según el informe de Estabilidad Financiera del BCRD, no existen riesgos macrofinancieros significativos en el corto plazo, lo que garantiza la provisión continua de servicios financieros y refuerza la confianza de los inversionistas.
Perspectivas futuras: retos y oportunidades
A pesar del panorama positivo, la República Dominicana enfrenta desafíos en un contexto internacional marcado por políticas monetarias restrictivas en Estados Unidos y una mayor incertidumbre comercial.
El BCRD destaca la necesidad de fortalecer el nearshoring y diversificar las exportaciones para consolidar su competitividad global. Además, la expansión de sectores estratégicos y la promoción de nuevas inversiones serán claves para mantener la calificación favorable de la deuda soberana en los mercados internacionales.
Con fundamentos económicos sólidos, una política monetaria prudente y un crecimiento por encima del promedio regional, la República Dominicana se perfila como un modelo de estabilidad y confianza en América Latina, atrayendo cada vez más la atención de los mercados financieros internacionales.
תגובות