Conocer los impactos económicos y sociales a causa de la covid-19 en los países miembros del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), así como los efectos en el crecimiento de las economías y las soluciones para una recuperación fue el propósito principal del Foro Impacto Económico y Social de COVID-19: Un encuentro para compartir ideas que impulsen el desarrollo económico ante la situación actual,impulsado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), instancia especializada del SICA.
“En el BCIE desde antes de la pandemia implementamos acciones de política de desarrollo para hacer frente a las crisis. Este instrumento fue muy oportuno para inyectar recursos de emergencia en medio de alguna situación de crisis”, indicó Dante Mossi, Presidente Ejecutivo del BCIE.
Asimismo, el Secretario Ejecutivo del Consejo Monetario Centroamericano (CMCA), Domingo González, presentó las políticas monetarias y fiscales implementadas por los gobiernos de los países miembros del SICA, a través de los Bancos Centrales, para mitigar los efectos negativos derivados de la pandemia.
“La economía global se espera que decrezca alrededor del 5%, y en las economías avanzadas el decrecimiento será de alrededor del 8%. Este declive y colapso será un costo de dos años en términos de recuperación hacia los niveles del Producto Interno Bruto (PIB) que teníamos en el 2019”, señaló.
González explicó también que “en términos de política económica, los gobiernos de la región han hecho todas las medidas que corresponden a la protección de la salud de la población y los efectos catastróficos en lo social; y por su parte, los Bancos Centrales han utilizado todas las herramientas y el armamento para ayudar a contener la crisis económica para superar esta pandemia”.
De la misma manera, el Secretario General de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), Melvin Redondo, detalló que uno de los primeros resultados del diálogo entre los gobiernos y Estados miembros del SICA para contrarrestar la pandemia fue la construcción del Plan de Contingencia Regional del SICA contra el covid-19, el cual está sustentado en tres ejes: Salud y Gestión del Riesgo, Comercio y Finanzas; y Seguridad, Justicia y Migración.
“Es por ello que desde la SIECA hemos venido monitoreando las plataformas informáticas para la fluidez del comercio, asimismo se nos encomendó tomar consideraciones en los corredores logísticos e incorporamos los Lineamientos de Bioseguridad, aplicables al transporte terrestre, puesto que si vamos a mantener el comercio abierto, se hacen necesarias estas medidas, las cuales están actualmente en vigencia”, dijo Redondo.
Además, el Secretario Redondo aseguró que se está trabajando en un Plan de Reactivación Económica para el fortalecimiento de los sectores más impactados por la crisis sanitaria y económica, como el turístico, MIPYME, agrícola y transporte. “Esto requerirá un alto nivel de coordinación que deberá descansar sobre la herramienta de la integración económica centroamericana”, concluyó.
Por otro lado, la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, presentó las medidas que ha propuesto la entidad a la que representa para la recuperación económica, entre ellas un ingreso básico de emergencia por seis meses a toda la población en línea uno de pobreza; un bono contra el hambre a toda la población en extrema pobreza; y la ampliación de plazos y períodos de gracia en los créditos a Mipymes especialmente a las que producen alimento.
“Todos los mercados cayeron, pero el mercado común centroamericano fue el que menos cayó, puesto que tiene un esquema de integración más resiliente”, dijo Bárcena. Lo anterior debido a que en la región se posee un instrumento muy valioso a través de la integración centroamericana, lo cual le da mayor ventaja para enfrentar efectos negativos producidos por crisis.
Finalmente, el Director del Centro de Estudios para la Integración Económica de la SIECA (CEIE), Eduardo Espinoza, y la Economista en Jefe del BCIE, Florencia Castro-Leal, concluyeron que el 2020 será un año de contracción económica sin precedentes con un impacto heterogéneo en lo interno de la región centroamericana, que solo será posible manejarlo por medio de la construcción de consensos no solo con los diferentes grupos políticos, sino también con la empresa privada para obtener mejores resultados.
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