Bajo el nombre “La hipermetropía de las marcas”, LLYC, presentó un informe sobre las oportunidades de integrar a los líderes y colaboradores de las organizaciones en las estrategias de influencer marketing.
(M&T)-. Según datos de Statista, en 2021 la industria del marketing de influencers en América Latina fue valorada en 13.000 millones de dólares, y la proyección para este año es crecer entre un 20 % y un 30 %.
Desde la eclosión de las redes sociales, las firmas comerciales han duplicado sus esfuerzos económicos a la hora de asociarse con grandes celebridades o personalidades de gran relevancia, en virtud de su capacidad de impactar en el pensamiento y el comportamiento de sus audiencias. Sin embargo, bajo esta misma premisa, entraría en juego otra comunidad a la que no siempre se considera en las estrategias de influencer marketing: los líderes y los colaboradores de la compañía.
¿Por qué teniéndolos tan cerca casi nunca se ven?
De acuerdo a una investigación que se llevó a cabo recientemente en LLYC, únicamente dos de cada diez CEO tiene presencia en el mundo digital. De estos, apenas la mitad cuenta con una estrategia medianamente definida, lo que se traduce en un área de oportunidad interesante para los que aún no han definido o están por definir su estrategia. Si bien es cierto que es importante estar, es quizá más importante el “cómo estar”, que se sustenta lo que vamos a decir y, sobre todo, en cómo vamos a hacer llegar eso que diremos. No se trata de estar por estar.
Es crucial garantizar el futuro de una organización poniendo de manifiesto la robustez de su oferta dentro de los entornos digitales, por lo que recomendamos trasladar las buenas prácticas de liderazgo a los perfiles sociales. El objetivo de ello es cuidar el valor intangible de la reputación de la mano de una comunicación digital asertiva.
La integridad y la credibilidad de una marca radica principalmente en la percepción que tienen de ella sus propios colaboradores, quienes pueden convertirse en los mejores (o peores) embajadores de la misma hacia el exterior. Así, las fronteras entre la comunicación externa e interna se han difuminado y cobra relevancia el no mantenerlas como esferas independientes.
El informe plantea varias recomendaciones esenciales para una buena gestión de employee advocacy:
Hacer que el empleado conozca el propósito en profundidad y entienda el valor de su labor.
Que el empleado perciba que sus superiores comparten el mismo propósito.
La plantilla debe sentir que el programa beneficia de alguna manera a su desarrollo, que le hace crecer en el ámbito profesional y como punto de partida para el despegue de sus carreras.
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