Una serie de diputados de oposición han demostrado su descontento luego de conocer que los encargados del Teatro Nacional, uno de los patrimonios costarricenses más importantes ubicados en plena capital, aspiran a solicitar un crédito por 31 millones de dólares para su remodelación.
De los 31 millones, $1,3 están considerados para un sistema contra incendios, algo de suma importancia para las autoridades luego de ver lo que sucedió con el Museo Nacional de Brasil. Se estima un adicional de $4 millones para un nuevo sistema eléctrico, 1,7% millones para obras de restauración, $10,3 millones para remodelar el escenario, $8,2 millones para un nuevo edificio que albergue las oficinas del Teatro, $1,7 millones para la interconexión de ambos edificios y alrededor de $4 millones para imprevistos.
Para el diputado Pablo Heriberto Abarca, el préstamo supone un despilfarro de las finanzas públicas, e indicó que el dinero podría provenir por medio de una autorización para utilizar el superávit de otras instituciones. Sin embargo, su jefe de fracción, Erwen Masís, comentó que la fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) no se ha reunido para discutir el tema a lo interno.
Para el representante de Costa Rica ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Ottón Solís, hablar de “despilfarro” cuando se trata de inversiones enfocadas a cultura es un error que Costa Rica no puede cometer. Solís añadió que las condiciones del préstamo son “normales”: 3 años de gracia y 20 años de plazo completo.
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