La Pandemia del covid-19 que llegó a Centroamérica en marzo de este año golpeó severamente a varios segmentos de la economía, pero también dinamizó otros mercados como la venta de comida, los servicios de internet, las entregas a domicilio y la venta de ropa.
De acuerdo con el Director de Soluciones de SAP en Centroamérica y Caribe, Jaime Durán, los segmentos que mantuvieron un ritmo de operaciones aceptable a pesar del covid-19 soportaron el embate del virus, en parte, gracias al soporte que ofrecieron las herramientas de la tecnología como las transacciones sin contacto (contactless), el trabajo remoto y la soluciones de TI en las cadenas de suministro.
El panorama actual de la economía del Istmo en medio de la emergencia sanitaria fue analizado durante el encuentro virtual “Camino a la Recuperación Económica” organizado por SAP con el apoyo de la empresa consultora Central American Business Intelligence (CABI) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Los datos de la Secretaría de Integración Centroamericana (entidad que agrupa a Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y República Dominicana) al 22 de septiembre indican que en la región habían 472,355 casos confirmados, 147,083 activos, 313,893 activos y 11,379 personas fallecidas (https://www.sica.int/coronavirus/observatorioSICACOVID19).
“En cuestión de semanas, el panorama macroeconómico de la región cambió drásticamente. Situaciones sanitarias como la que vivimos actualmente no se pueden anticipar, sin embargo, sí podemos mitigar su impacto gracias a las herramientas tecnológicas que permiten responder con la velocidad que se requiere y garantizar el bienestar de los colaboradores, la continuidad de servicios y la reactivación económica”, relató el ejecutivo de SAP.
Vistazo económico
Paulo de León, Cofundador de CABI afirmó que el panorama regional de negocios actual se divide en tres zonas. La primera: Guatemala y Honduras. “Ahí pasó la crisis, pero la estructura no fue tocada. Básicamente la misma que había antes del covid es la que existe hoy, algo se rompió, a lo mejor un vidrio o se cayó una teja pero hay que hacer reparaciones menores; sin embargo, la estructura tiene fundamentos sólidos”, explicó de León.
En el caso de Costa Rica, otra de las zonas junto con Panamá, debido al deterioro en las finanzas públicas, se encuentra con las “luces rojas”. En Panamá el consultor de CABI relató que tiene una “crisis demasiado fuerte porque, entre otras razones, tiene el confinamiento más duro de Latinoamérica y de occidente; por lo tanto, la pandemia dejará huellas profundas en el largo plazo.
“Creo que Panamá va a ser el peor país en materia de crecimiento, va a caer entre un 7% y 8%, pero está fuerte en materia fiscal y en cuanto a los riesgos macroeconómicos”, señaló de León.
En El Salvador el especialista afirmó que sin lugar a dudas, la crisis del covid-19, sacudirá los cimientos. Mismo escenario que sufrirán Costa Rica y Nicaragua. “De esos tres el que más me preocupa es Costa Rica por la rigidez en su gasto público, tiene que cerrar una brecha fiscal de 8 puntos del Producto Interno Bruto (PIB)”, declaró el especialista.
El Presidente del BCIE, Dante Mossi, añadió que en el entorno internacional “hay buenas noticias” como por ejemplo, que la contracción económica de los Estados Unidos –principal socio comercial del Istmo- ha sido menor de la esperada.
“Nosotros aprobamos un programa de asistencia a los países de US$2,000 millones para atender la emergencia. Aparte un programa de estímulo a Bancos Centrales y Gobiernos, así como estímulos al sector privado de US$350 millones donde se va a financiar capital de trabajo para salvar empleos”, acotó el banquero.
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