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Pandemia consolida tendencias de bienestar y cero desperdicios en industria alimentaria tica

Tendencias que venían marcando la pauta en la industria alimentaria mundial se consolidaron como consecuencia de los nuevos hábitos de consumo tras la pandemia. De acuerdo con el estudio Tendencias e innovaciones en la industria alimentaria 2020, realizado por la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER), el contexto ha orientado las tendencias hacia la salud y bienestar, la nutrición personalizada a diferentes segmentos generacionales, alternativas diferentes a la carne y/o lácteos, la sostenibilidad, el resurgimiento de marcas locales y la predominancia de los alimentos funcionales.

El estudio destaca que el contexto actual no necesariamente generó nuevas tendencias, sino que ha dinamizado algunos hábitos relevantes y reorganizado la jerarquía de gasto, al punto que posicionó tendencias que traían un impulso previo, como las preocupaciones por la salud (desde nutrición hasta bienestar inmune), sostenibilidad (empaques, desperdicio de alimentos), tecnología transversal a la industria y consumidor (trazabilidad, e commerce), y el rol de los alimentos funcionales como generadores de valor. Por el contrario, la crisis ha desacelerado aquellas vinculadas con experiencias sensoriales, preocupaciones sobre usos de plástico en empaques y la preferencia por opciones importadas, dado que el contexto ha estimulado el consumo de alternativas de origen local.

“Este estudio apunta el camino que debemos seguir caminando juntos, tanto el sector de industria alimentaria como PROCOMER si queremos ser más competitivo, mantenernos en mercados internacionales y conquistar nuevos paladares alrededor del mundo. El sector tiene fortalezas que debemos potenciar, entre ellas su diversidad de productos y altos estándares de calidad, sumado a esto, la marca país ha posicionado a Costa Rica como un país que promueve los negocios con propósito y que respeta los valores que caracterizan la sostenibilidad, innovación y excelencia de lo hecho en Costa Rica”, afirmó Pedro Beirute, Gerente General de PROCOMER.

La industria alimentaria global registró un valor histórico en 2019, con ventas por US$3,8 billones y un crecimiento anual promedio del 4% desde 2010, con una alta probabilidad de superar este valor en 2020 a pesar de la crisis, ya que se proyecta cerrará el año con un aumento del 3,8% y en contraste con el 2% estimado previo al contexto.

“Se visualizan cambios que podrían perdurar en el post-pandemia y transformarse en oportunidades potenciales para las empresas costarricenses de este sector, entre ellas las alternativas a la carne o lácteos (plant-based), que poseen un amplio margen para la innovación en propuestas sanas y sabrosas; además del fortalecimiento de la salud inmune, al haber un gran número de consumidores motivados a reforzar sus defensas; y el bienestar funcional, expresado en productos con beneficios físicos y emocionales según necesidades específicas”, expresó Erick Apuy, analista económico a cargo de la investigación.

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