Geraldine Varela / geraldine.varela@connectab2b.com
Moody’s Investors Service, (“Moody’s”) cambió de estable a positiva la perspectiva de calificación de El Salvador, a pesar del impacto negativo a escala mundial a consecuencia de la pandemia del coronavirus.
Según el informe de la calificadora, los riesgos de liquidez del Gobierno “ya son significativamente más bajos, ya que el Ejecutivo tiene la capacidad de emitir deuda de largo plazo en los mercados financieros globales y, consiguientemente, depende menos de los LETES para financiar su presupuesto”.
La institución señaló además que la nueva Administración ha impulsado medidas para promover la inversión privada y para mejorar el diálogo con el sector empresarial. Además, las autoridades han reducido la burocracia y los obstáculos “regulatorios” con el fin de mejorar las condiciones de negocio.
“El Gobierno creó una nueva secretaria dedicada a la facilitación de la inversión del sector privado, una decisión que denota una actitud que contrasta con el enfoque seguido por las administraciones anteriores”, sostiene el informe de la calificadora.
Moody’s también indicó que las medidas en cuanto a seguridad pública “han sido una consideración clave detrás de las decisiones de las empresas de realizar negocios en áreas que anteriormente estaban fuera de los límites”.
La calificadora sostuvo que “si se mantienen estas iniciativas, el impulso positivo resultante podría respaldar mayores niveles de inversión en los próximos años contribuyendo a elevar el crecimiento por encima de la actual tasa de crecimiento potencial de 2% de El Salvador”.
Sin embargo, esta mejora de perspectiva no cambia la calificación de B3 que el país mantiene pues la institución considera que El Salvador refleja “la dependencia económica de las remesas y las exportaciones de bajo valor agregado a los Estados Unidos”. Dicha calificación es otorgada a economías con tasas de crecimiento del PIB relativamente bajas.
Añadió que la calificación de B3 también “refleja nuestra opinión que las instituciones de El Salvador se mantienen débiles por la baja efectividad de la política fiscal, el débil cumplimiento con la ley de responsabilidad fiscal, el débil estado de derecho y los problemas de seguridad, combinados con el historial de confrontaciones políticas entre el Ejecutivo y el Legislativo”.
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