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Los verdaderos alcances del Gobierno de TI

*Por Karol Rojas, Gerente Senior de Risk Advisory Deloitte

Desarrollar un Gobierno de Tecnologías de Información (TI), es decir, alinear las tecnologías de la información con las estrategias del negocio, va mucho más allá de una definición de responsabilidades del Gerente de TI, una receta que descargamos de Internet o que copiamos de un libro, tratando de seguir cada paso, o un guión para un modelo de gobernanza de TI exclusivo para el Gerente de TI. Tampoco debe ser visto como una moda o algo que hay que cumplir porque hay exigencias de regulación.

Simplificando de qué se trata esta tarea de implementar el Gobierno de TI, diríamos que es el desarrollo de la mejor práctica basada en algún estándar: COBIT (Objetivos de Control para Información y Tecnologías Relacionadas), ISO 38500 (Estándar para el Gobierno de TI) y en algunas ocasiones ITIL (IT Infrastructure Library, biblioteca de infraestructura de Tecnología de Información).

Gobernanza no es sinónimo de gestión. El gobierno es el organismo dentro de la empresa que se encarga de asegurar que los objetivos se cumplan, evaluando las necesidades de todos los involucrados (stakeholders), así como la optimización de los recursos. Para esto, hay una junta directiva que determina las prioridades y permite la toma de decisiones, y siempre está enfocada en que se logren los objetivos en tiempo y forma entregando el valor óptimo mediante la supervisión, evaluación y dirección apropiada. La gestión consiste en planificar, construir, entregar y monitorear las actividades conforme a las directrices establecidas por el organismo de Gobierno para alcanzar los objetivos de la organización.

El gobierno de TI no es únicamente responsabilidad de la Gerencia de TI. Si comprendemos la diferencia entre gobierno y gestión, nos daremos cuenta que toda  organización, junto con todos los tomadores de decisiones, estarán involucrados en crear un modelo de Gobierno dentro de la organización.

Si una organización tiene alta dependencia de las tecnologías de información no debe ni puede ver al departamento de TI como un simple órgano de apoyo. TI va más allá de operar como proceso de apoyo; es un proceso transversal a todos los procesos de negocio; todos y cada uno de éstos, así como los colaboradores involucrados en ellos, requieren de TI para cumplir las labores diarias de manera efectiva y eficiente.

Lo cierto es que las tecnologías serán tan eficaces según la manera en que éstas sean gestionadas y gobernadas. Un requerimiento de un nuevo software debe enfocarse en atender una necesidad de una parte interesada, y estar alineado a un objetivo empresarial, para lo cual además debe estar bien diseñado, planificado, estructurado, bajo estándares previamente establecidos, con un grupo de desarrolladores con las habilidades requeridas, soportados por una plataforma tecnológica idónea y con un flujo de actividades, roles y responsabilidades asignadas. Así, el proyecto de ese nuevo software será todo un éxito según su alcance, tiempo y costo, satisfaciendo las partes interesadas.

Lograr esto es todo un reto y el reto está precisamente en pensar que un nuevo desarrollo lo debe pensar, solicitar, necesitar, planear, diseñar, probar, instalar y poner en producción el ingeniero en software en conjunto con la contraparte del proceso de negocio que requiere de esa tecnología.

Teniendo claro la diferencia entre gobierno y gestión, y asignando roles y responsabilidades adecuadas, nos toparemos con otro obstáculo, el cual es uno de los más complicados de atender: qué modelo de gobierno utilizamos, cómo implementamos esa mejor práctica, cómo concretamos ese paso a paso.

Es esencial tener la claridad que la mejor práctica adoptada se debe acoplar a la empresa. No opera, recordemos, como una receta. Siempre existirá un guion escrito por el guionista, basado en un best seller quizá, pero la escenografía, la música, el productor y cada uno los actores son los que dan vida a esa obra cinematográfica. Es así como las empresas deben adoptar un modelo de gobierno y gestión de TI.

Mediante el apoyo de una mejor práctica, llámese COBIT o ISO 38500, siempre es fundamental que el estándar se adapte al giro del negocio, a las partes interesadas, a los objetivos estratégicos, que atienda los riesgos, que considere los recursos, que analice las leyes y regulaciones que les aplica y cuáles son los beneficios que se espera percibir.

Teniendo estos criterios claros podemos empezar con la planificación de un proyecto de implementación de Gobierno de TI, que sin duda será exitoso para la empresa y generará el valor óptimo esperado.    

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