Por: Max Sequeira Cascante, Consultor Gestión Empresarial-Conferencista Internacional.
Desde la llegada del siglo XXI y los grandes macro-cambios en el mercado, la forma de pensar en el consumidor, cuando de procesos de consumo y compra se trata; es un tema no solo de reflexión, sino que también debe ser hoy en día un máxima que los empresarios (as), deben tener en consideración.
Ya que fenómenos como la escasez de tiempo, el acelerado ritmo laboral, el e-commerce, la digitalización y el surgimiento de plataformas empresariales, más la diversificación de las redes sociales, la tecnología, los cambios en los modelos de negocios, son apenas parte de los elementos o factores, que los empresarios (as) de hoy en día debe prestar atención y lectura, a los importantes macro-cambios en el entorno.
Esto cambia la forma en cómo los clientes; se relacionan con las empresas por el simple hecho de que la accesibilidad de información, le facilita ser en la actualidad un consumidor hiperinformado, una persona que busca, cuestiona y hasta tiene contacto con la tecnología para la búsqueda de información sobre bienes y servicios.
Las organizaciones del presente se están enfrentando a clientes cada vez más exigentes; gustosos de la personalización en bienes y servicios, con capacidad de decisión y expresión sobre la experiencias positivas y negativas, que pueden tener con la oferta de marcas, que una corporación puede ofrecer.
El mercado como tal ha provocado que las ventas, evolucionen de la tradicionalidad a la omnicanalidad, por lo que no es de extrañar, que los Sitios web, páginas de aterrizaje, Tiendas virtuales, aplicaciones, blogs, canales de video, redes sociales, marketplaces y la evolución de las tecnologías con múltiples dispositivos, las multipantallas, la inteligencia artificial, el big data, el blockchain, son ahora parte del paisaje empresarial, debido al fenómeno covid-19, provocando la reinvención y la innovación de manera acelerada, en las empresas.
Ante la exposición de los hechos anteriormente mencionados, es importante comprender, que los nuevos consumidores son personas; que no buscan un teléfono inteligente para realizar llamadas, sino que más bien son consumidores, que se avocan por utilizar buscadores, comentarios y hasta opiniones de calificación, para tener una idea clara, sobre la referencia que ofrece una marca, a través de la experiencia directa con las personas.
Las ventas digitales deben estar centradas, en los planes de contenido exitosos, que sean capaces de conectar con el cliente, a través de criterios como los estilos de vida, story telling, lenguaje, sueños, deseos y hasta el autoconcepto; buscando facilitar la vida con información dinámica y constante, además de plantear acciones inmediatas de reacción para los me gusta, y generar medidas certeras de engagement.
El contar con aplicaciones móviles se mejora de forma considerable, los procesos de ventas, ya que se mejora la captura de datos, la administración de agenda, y hasta la efectividad de la fuerza de ventas, brindándole a la misma información en tiempo real, sobre los diferentes movimientos del cliente.
Un buen empresario (a) debe tomar estos criterios en consideración, para poder adaptarse a los cabios de mercado.
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