Si pudiéramos considerar a un país como un cuerpo humano, sus grandes empresas serían esos órganos visibles y prominentes que todos identificamos, como el corazón o los pulmones.
Por: Wady Johel Cerdas Tenorio
Director Asociado y Conductor de Tips Empresariales (La Potente Radio TV). IMBA-MBA, ingeniero industrial y licenciado en Derecho, estudiante Ph.D., profesor Universitario-Conferencista Internacional.
(M&T)-. En este caso, cabe mencionar que son las pymes, esas pequeñas y medianas empresas que pululan por doquier, las que serían las células y capilares que, en su inmensa pluralidad, tejen el tejido vital que mantiene unido y activo a todo el sistema. Las pymes son cruciales para cualquier nación, y aquí radica el porqué:
Las grandes corporaciones pueden emplear a miles de personas en una ciudad, pero son las pymes las que, en su conjunto, representan la mayoría de los empleadores en la mayoría de los países. Estas empresas desarrollan y crean empleos locales, reduciendo la necesidad de que las personas se desplacen largas distancias o incluso emigren en busca de oportunidades laborales. En su multiplicidad, representan una diversidad de oportunidades para distintos perfiles y habilidades.
Las pymes por otra parte, son como barcos veloces capaces de cambiar de rumbo con rapidez. En contraposición, las grandes empresas son como trasatlánticos, poderosos pero lentos para cambiar. Esta cualidad le permite a las pymes adaptarse a los cambios en el mercado, innovar y experimentar con menos riesgo. Cuando una tendencia emerge, las PYMEs pueden ser las primeras en adoptarla y capitalizarla.
Si tomamos a cada pyme, en forma individual, ella puede representar una pequeña porción del mercado, en conjunto aportan de manera significativa al PIB de una nación. Sus transacciones, ventas y servicios suman valor y enriquecen la economía.
Las pymes desafían constantemente a las empresas más grandes. Al hacerlo, evitan que se formen monopolios y oligopolios que puedan estancar la innovación y elevar los precios. Esta competencia asegura que haya innovación, mejor calidad y precios justos para los consumidores.
Dada su naturaleza las pymes, suelen tener un trato más cercano con sus clientes. Esta proximidad les permite entender y atender necesidades específicas del mercado local, ofreciendo productos y servicios más personalizados que las grandes corporaciones.
Al operar en comunidades locales y emplear a residentes locales, las pymes juegan un papel crucial en la redistribución de la riqueza. El dinero que se gasta en una pyme local suele reinvertirse en la misma comunidad, apoyando así a otros negocios y servicios.
Si bien las pymes pueden ser vulnerables a shocks económicos, también han demostrado ser resilientes. Su naturaleza diversa significa que mientras algunas pueden cerrar durante una crisis, otras pueden florecer. Esta diversidad es una salvaguarda contra las recesiones, protegiendo empleos y servicios.
El tejido empresarial de un país, tejido por estas innumerables pymes, es un entramado complejo y fascinante que sustenta el bienestar y la prosperidad. Como células vitales de un organismo, su salud y vitalidad son esenciales para el bienestar de la nación. Por eso, cuando pensamos en el progreso y el desarrollo, debemos recordar y valorar el papel inmenso que las pequeñas y medianas empresas juegan en esta gran sinfonía económica.
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