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Las barreras que enfrentamos al recorrer el camino de la política

Por:Paulina Ramírez

Las batallas de las mujeres para poder incorporarse activamente al mundo de la productividad, la competencia e insertarse en la vida política, iniciaron desde el siglo antepasado,  hemos demostrado perseverancia en demandar mayores derechos.

No obstante seguimos manteniendo barreras, y el espacio y la apertura para el liderazgo y participación política aún es limitado, quiero detallar algunas barreras latentes en la vida de  las mujeres y ademas en términos generales esbozaré mis vivencias personales en la vida política, ya que he  logrado,  con muchas luchas y sacrificio,  superar los obstáculos para obtener esos espacios.

Me impulsa escribir este artículo para poder transmitir un mensaje de motivación a las mujeres e inquietarlas para que incursionen en el mundo de la política en donde es fundamental su participación, por su indudable capacidad como líderes y agentes de cambio y su derecho a participar por igual dentro de la gobernanza democrática. Las mujeres buscamos mayores consensos, diálogos, acuerdos y además somos mucho más Sensibles a los temas nacionales y sociales.

Barreras generales que enfrentamos las mujeres:

-La educación y estereotipos: Tiene que ver con las brechas que empiezan desde una educación terriblemente estereotipada que plantea la primera barrera encontrar el rol que tiene la mujer en la sociedad, la cual nos aleja de participar en la política.

-La maternidad.

-La ausencia de autonomía económica y financiera .

-Perspectiva la visión de la política relacionándola con corrupción y las mujeres tendientes a cuidar su imagen y buscar una posición de confort.

Desafíos:

1-La actividad política es un modelo diseñado por y para hombres. La política es una actividad expulsiva y severa, porque cuando llegamos tenemos la tendencia natural a cuestionar ese modelo pre-instalado.

2-Las mujeres somos invisibilizadas.

3-Las mujeres estamos reservadas para el mundo de sentimientos y afectos y los hombres para el mundo de los números, poder, dinero.

4-Disputa: Las mujeres que definen sus propias posiciones de comodidad para no disputar ese mundo de poder, aislándose de los temas que causan fricción.

5-Nos censuramos ante los hombres por nuestra auto exigencia y auto compensación.

Pocas mujeres nos involucramos en Temas fiscales, económicos, y financieros que por definición son temas de hombres.

Mi historia

A lo largo de mis 51 años, he sido funcionaria pública en puestos de dirección, vice alcaldesa en dos ocasiones, Diputada de la República y Tesorera del Partido Liberación Nacional, soy contadora pública, cursé una maestría en asesoría fiscal y varias especialidades en materia de finanzas y tributarias. Además soy madre de cinco hijos, abuela de dos niños y actualmente, estoy divorciada. Para alcanzar mis sueños tuve que superar todas las barreras y obstáculos juntos.

Mostré actitudes de liderazgo en el colegio y en el primer año me propusieron como candidata de presidenta de gobierno estudiantil, contra las candidatas de cuarto y quinto año. Posteriormente ingresé a un colegio técnico donde obtuve excelentes promedios en mis calificaciones.

Pero las barreras comienzan cuando era una adolescente, llena de sueños y retos.  A mis 16 años quedé embarazada, mientras  cursaba mi quinto año en tiempos muy conservadores y donde no se admitían mujeres estudiantes embarazadas en ningún colegio del país. Gracias al apoyo del director de ese momento, me sometí a una autorización de la Junta de Educación para que me permitieran continuar mi sexto año, por suerte me admitieron. Continué mis estudios embarazada y me gradué con un bebé de seis meses.

Una vez graduada, quise continuar mis estudios universitarios, sin embargo,  me enteré de que estaba nuevamente embarazada y decidí esperar. A los 21 años ya tenía cuatro hijos. Mi maternidad nunca impidió que siguiera soñando y proponerme continuar con mis estudios. A mis 23 años le propuse a mi esposo que me permitiera estudiar, pero no le agradó para nada la idea. Alegó oposición por dos razones, económicas y  por las libertades que representaba. Luego de mucha perseverancia seguí insistiendo y  bajo ciertas condiciones me permitió que avanzara en mi sueño, pero enfrenté otro obstáculo más, no tenía independencia económica para continuar. Busqué el apoyo de mi familia, sin éxito. Tuve que recurrir a buscar un préstamo.

Como estudiante universitaria me fue muy difícil buscar espacios para concentrarme en mis estudios, enfrentaba los celos constantes de mi esposo, y estrictos controles que me provocaban mayor estrés, pero lograba que mis noches rindieran, y  aprovechaba cualquier espacio para estudiar entre biberones y niños llorando o jugando. Cuando me faltaban casi dos años para graduarme, quería tener la posibilidad de trabajar y aplicar mis conocimientos, y a mis 27 años, entré a laborar a una municipalidad, sometiéndome a mayores responsabilidades y mayores controles de mi pareja.

En mi trabajo empecé a sobresalir y ascender y me convertí en la asesora del Ejecutivo municipal, contando con su confianza,  asumí un rol de liderazgo en la Municipalidad con la posibilidad de tomar decisiones importantes delegadas por el Ejecutivo, convirtiéndome en una agente de cambio para la organización.

Años más tarde, logré mi libertad e independencia. Mis cinco hijos fueron mi motor para seguir adelante y luchar por ganar espacios y superar todas las barreras.

No dejé de estudiar, saqué mi maestría y varias especialidades y trabajé muy duro para dar lo mejor en mi trabajo, logrando importantes cambios y desarrollo de proyectos de gran transcendencia para el municipio junto con un equipo de colaboradores que me acompañaron. Busqué mejorar las condiciones de mi cantón a través de la producción local, el comercio y la atracción de inversión. Fui electa como  vice alcaldesa en el 2007 y reelegida el 2010, asumiendo un rol de gerencia de proyectos y actividades sustantivas de la administración municipal, trascendió mi papel y se me dio el reconocimiento de ser electa como diputada en el 2014-2018, ese mismo año fui electa por el Partido Liberación Nacional como Tesorera.

Cuando me incorporé en el proceso político fue cuando tuve que enfrentar nuevos  desafíos, encontré enemigos que intentaron bloquear mi proceso de campaña en la diputación, luchas de poder, fui invisibilizada en muchas ocasiones, pero ante todo mi actitud siempre fue conseguir mis objetivos y que nada me distrajera para alcanzarlos. En mi experiencia profesional me he involucrado en temas municipales, económicos, financieros y fiscales, temas que por definición son de hombres, y he tenido que demostrar mis capacidades para ser escuchada y ganar espacios. Como diputada procuré buscar acuerdos y obtener consensos en los proyectos hacendarios y municipales.

Los obstáculos para que las mujeres no participen en política no residen en aspectos metodológicos, reside en aspectos de formación y apreciación, reside en ciertas limitantes culturales todavía no superadas de manera eficiente. Afecta también, el rol tradicional de la mujer, cuyas obligaciones limitan su participación en lo público. Lo anterior evidencia que con legislación no es suficiente y no es la única solución para  promover el cambio, se necesita una nueva cultura.

Las mujeres debemos descubrir nuestras capacidades, tener nuestros propios sueños y metas, formarnos para lograrlo, buscar la excelencia, tener el carácter, la valentía para enfrentar cualquier obstáculo. No debemos  victimizarnos si no hacer auto consciencia de que es un reto una lucha y buscar soluciones.

El gran reto, quizás el de mayor prioridad, será vencer nuestros temores, cambiar nuestra actitud para enfrentar las barreras y desafíos y logremos creer que las mujeres tenemos las mismas capacidades de los hombres en la política y potenciar nuestro liderazgo.

Quizás no sea suficiente construir y fortalecer las capacidades de la mujer, es necesario crear redes de apoyo que les ayuden a dar acompañamiento,  identificar sus cualidades y lograr aprovechar las oportunidades de acceder a posiciones de liderazgo en la política y en la función pública en general.

Las mujeres somos más sensibles, más eficientes y transparentes en el uso de los recursos. La sensibilidad de la mujer es una cualidad que ha sido de gran utilidad, cuando hemos tenido oportunidades de participar en posiciones de importancia en el gobierno y en la política impactamos y logramos grandes resultados para todos los habitantes y las futuras generaciones.

Ocupar una posición no es un  logro por un número matemático, sino que tiene que ver con términos cualitativos y tener la posibilidad de ser la voz  de todas, orientar a otras mujeres, potenciar su liderazgo, abrir oportunidades, de manera que nuestro papel logre impactar en nuestro entorno. 

Los hombres deben ser nuestros aliados, no es una lucha contra los hombres si no en contra de la desigualdad. Es una lucha conjunta de mujeres y hombres en una búsqueda para democratizar la vida política por mayores espacios de igualdad  y acceso de oportunidades.

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