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La necesidad del autocuidado de la salud

Por: Alejandra Samayoa Editora en Jefe Mercados & Tendencias.

(M&T)-. Este último año, la humanidad se dio cuenta de la importancia de la salud, desde la pandemia por Covid-19 hasta las dolencias que se desprendieron de ella, por ello, cada vez son más las personas que han encontrado en este espacio la forma de mejorar su estado de salud y de tomar acciones concretas del autocuidado, que para muchos, es un tema complicado.

Más allá de llevar una buena dieta, hacer ejercicio diariamente (o esporádico como la mayoría), el autocuidado engloba mucho más que eso. Desde tomar consideración de situaciones fuera de lo “común”, asistencia al médico, prevención de enfermedades y, aunque muchas personas no lo consideran así, el automedicarse no es autocuidado.

Por esta razón, la Federación Centroamericana y del Caribe de Laboratorios Farmacéuticos aclaran siete mitos y verdades de esta práctica para promover un autocuidado responsable para un sistema de salud sostenible en América Latina.

Además de la información básica que tenemos del autocuidado de la salud, siempre es bueno continuar informándose.


“El autocuidado es una práctica para la prevención y cuidado de la salud”

VERDAD: El autocuidado definido por la OMS (Organización Mundial de la Salud) está relacionado con un enfoque multidisciplinario para la atención de la salud y la prevención de enfermedades. Adicionalmente, a nivel mundial se han establecido siete pilares de autocuidado que empoderan a las personas sobre cuidado de su salud personal. Siendo la alfabetización en salud, autoconocimiento y autoconciencia de la salud física y mental, actividad física, alimentación saludable, prevención de riesgos (como fumar o beber alcohol en exceso), hábitos de buena higiene y el uso racional servicios y productos de salud, como el uso consciente de medicamentos de venta libre (MVL).

“La automedicación es una práctica peligrosa”

MITO. Es necesario explicar que existen dos conceptos que son utilizados muchas veces como sinónimos, pero que son bastante diferentes: automedicación y auto-prescripción. La automedicación responsable es una estrategia de autocuidado, y permite al paciente utilizar medicamentos de venta libre para tratar afecciones simples. La auto-prescripción, por otro lado, es una práctica irresponsable peligrosa, en la que el paciente utiliza medicamentos que requieren prescripción o receta médica por su cuenta y sin supervisión de un profesional de la salud. Los medicamentos de venta libre o sin receta han sido probados exhaustivamente y después aprobados por las autoridades reguladoras para que puedan ser adquiridos y usados por las personas sin necesidad de una receta médica, por su seguridad y eficacia. Estos medicamentos son usados para tratar enfermedades y síntomas leves, como por ejemplo diarrea, gripe, dolor lumbar, entre otras.

También es necesario tener un botiquín de primeros auxilios.


“No debe tomar medicamentos sin antes consultar siempre a un médico”

MITO. Los medicamentos de venta libre no requieren una receta o prescripción médica. Un paciente con un síntoma leve, como por ejemplo dolor de cabeza, dolor de espalda o diarrea, puede adquirir estos medicamentos en la farmacia o establecimiento autorizado sin necesidad de tener la receta de un médico. Si necesita orientación, puede consultar al farmacéutico. Consultar a un profesional de salud lo ayuda a tener la información correcta y necesaria para cuidar de sí y evitar consultas innecesarias al médico.

“Los pacientes deben tomar precauciones al tomar medicamentos de venta libre”

VERDAD. Estos medicamentos son seguros y eficaces, están autorizados y recomendados para afecciones puntuales consideradas leves indicadas en el empaque o etiquetas. Sin embargo, deben usarse de forma responsable y consciente. Contar con el apoyo de un profesional de salud, como el farmacéutico, ayuda a resolver dudas referentes al uso, beneficios y posibles efectos adversos de los medicamentos de venta libre. Parte de su rol es informar sobre la forma de administración (dosificación), la duración del tratamiento, el modo de acción del medicamento y las posibles reacciones adversas, contraindicaciones e interacciones con otros medicamentos o alimentos. El farmacéutico también puede ayudar al usuario a identificar el momento adecuado para consultar al médico según los síntomas o la persistencia de estos. La publicidad informativa y las campañas de concientización y educación también son iniciativas positivas para que la población tenga el conocimiento y la seguridad para ejercer el autocuidado y pueda tomar decisiones conscientes sobre su salud.

“Los medicamentos de venta libre no son efectivos”

MITO. El hecho de que no requieran una receta médica no los hace menos efectivos. Por el contrario, precisamente por su efectividad y seguridad es que han sido aprobados para venta libre. Un estudio encargado por ILAR sobre el perfil de los usuarios de medicamentos de venta libre en América Latina, revela que 31% de los usuarios usa actualmente medicamentos de venta libre que ya tiene en casa. Adicionalmente, si un medicamento que anteriormente era de prescripción se vuelve de venta libre, el 27% de las personas se inclinan a usarlo con más frecuencia. Estos son medicamentos que han pasado todas las pruebas que cualquier medicamento requiere, además de haber sido aprobadas para ser administradas de manera segura sin receta médica.

“Poner en práctica el autocuidado es suficiente para evitar enfermedades”

MITO. El autocuidado proporciona pautas y recomendaciones para que las personas puedan cuidar, prevenir, mantener y tratar afecciones relacionadas con su salud. Sin embargo, todas las personas pueden padecer síntomas o afecciones que afectan su salud en algún momento de su vida. Para extender el autocuidado, es fundamental la alfabetización en salud, el autoconocimiento y autoconciencia, para que las personas puedan reconocer los cambios o síntomas y actuar tomando las decisiones correctas para cuidarse cuando padecen alguna condición. Es importante conocer los productos y servicios y saber acceder a ellos de forma oportuna.

“El autocuidado puede generar ahorros y mejorar el acceso a los sistemas de salud”

VERDAD. Según el Estudio realizado para ILAR sobre el impacto económico del autocuidado, hay un ahorro potencial para los sistemas de salud de aproximadamente US$1.300 millones. Además, se reducirían pérdidas por absentismo laboral de US$2.000 millones anuales. Este ahorro sería posible si al menos el 50% de los casos actuales que atienden los sistemas de salud pública por condiciones leves, se trataran mediante el autocuidado, con el uso de medicamentos de venta libre en cinco países de América Latina (Argentina, Brasil, Chile, Colombia México). Este es un importante ahorro de recursos que podrían ser destinados al tratamiento de condiciones más graves, requeridos por la población. Para los pacientes, el autocuidado representa una alternativa para gestionar y cuidar su salud, reduciendo consultas innecesarias al médico que impliquen faltar a su trabajo y potencialmente afectar su productividad e ingresos.  La práctica del autocuidado es también una acción responsable con su comunidad, pues contribuye a liberar recursos en los sistemas de salud y permitir que ese tiempo y atención de los médicos pueda ser destinada a quienes más necesitan.

La información siempre es necesaria para tomar acciones en el estilo de vida de cada individuo. Ahora más que nunca tomar en cuenta acciones que lleven a una vida más saludable resuelve gran parte de un sistema funcional diario, como el trabajo, la convivencia familiar, entre otros.

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