El empleo de este tipo de tecnología permite simplificar una enorme cantidad de tareas manuales.
Por: Daniel Robles
La gestión del talento humano en los tiempos de la transformación digital se ha convertido en una batalla para el departamento de recursos humanos.
Precisamente, la Inteligencia Artificial (IA) se ha comenzado a perfilar como el próximo gran cambio en los procesos de selección y reclutamiento de personal en las distintas organizaciones. Su implementación ha venido a simplificar un proceso intensivo en horas, susceptible de errores, sin métricas precisas y costosas en tiempo, en un flujo ágil de tareas con una clara preocupación por la experiencia del postulante y en tiempos que aumentan la productividad del área de capital humano de la organización.
El perfil seleccionado surge del análisis de un gran volumen de datos y no de interpretaciones personales del reclutador.
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Adicionalmente, el empleo de este tipo de tecnología permite simplificar una enorme cantidad de tareas manuales que conlleva un proceso de reclutamiento, especialmente, al permitir automatizar gran parte del flujo de trabajo que hoy es manual, tales como la publicación automática en distintos portales de empleo, lectura de currículos a alta velocidad, ranking de postulantes en cuestión de segundos, aplicación de test psicométricos en línea, incluso lectura de emociones personales a través de videograbaciones.
Esto a su vez permite llegar a los candidatos deseados y encontrar el talento apropiado. Por ejemplo, cuando un candidato realiza una video entrevista, el algoritmo puede analizar actitudes y emociones de un postulante, con el objetivo de poder saber quien tiene las mejores habilidades comunicacionales necesarias para determinado puesto. Con la inteligencia artificial se obtienen recomendaciones según cada uno y se considera qué lugar dentro de la compañía debe ocupar.
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