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La información en tiempo real, indispensable cuando el uso de las tarjetas pasa del crédito al débit

La industria financiera presentó cambios importantes durante la pandemia, que confirmaron que los consumidores se han inclinado por el uso de las tarjetas de débito en vez de crédito para tener un mayor control sobre sus finanzas.

Datos de Clocktower Technology Ventures confirman lo que la mayoría de fabricantes de tecnología para las instituciones financieras están observando en la actividad del cliente final: un comportamiento conservador ante la crisis originada por el covid-19, y que motivó la preferencia de las tarjetas de débito por sobre las de crédito, “ejercicio que demanda el control de las finanzas en tiempo real, un factor crítico para su actividad financiera y la tranquilidad personal”, señaló Oriol Ros, director de desarrollo corporativo de Latinia.

El débito exige tiempo real en el manejo de las finanzas de un cliente. Ellos necesitan saber qué pasa, cuándo sucede, e incluso porqué pasa si el banco es capaz de añadir esa capa de inteligencia en su organización.

Según Clocktower Technology Ventures, los consumidores estadounidenses evitaron el uso de las tarjetas de crédito durante la pandemia. Durante el segundo trimestre de 2020 su porcentaje de uso cayó un 21%, para julio y agosto se estabilizó en menos 8%. Por su parte, el pago con tarjetas débito se incrementó en más de 24% para estos dos mismos meses y para el período en el que iniciaron las diferentes medidas de aislamiento preventivo, subió el 8%.

Los datos demuestran cómo los consumidores evitan cada vez más la deuda que les supone un cargo de crédito para operar su actividad en el formato de débito, lo cual exige un control de la información de lo que acontece en sus finanzas más pegado al tiempo real.

“En estos momentos las personas no pueden permitirse no saber qué está pasando con las finanzas en un riguroso tiempo real: de esta información del banco depende en buena medida la tranquilidad del día a día financiero”, explica el vocero de Latinia.

Si la banca tiene un activo respecto a cualquier otro tipo de competidor es la confianza del usuario y el cliente espera que ese valor se extienda también al área informativa. El uso del débito motiva al banco a exigirse más en la gestión del tiempo real de la actividad financiera de sus clientes.

“En la pre-pandemia había un debate muy atractivo, y era si era mejor el tiempo real o el tiempo ideal para comunicarse con el cliente; se trataban de conceptos independientes hoy están fusionados, la exigencia de hacer coincidir ambos flujos es obligatoria”, concluye Oriol Ros.

Al inicio de octubre de 2020, la Reserva Federal de Estados Unidos informó que el total de deuda de las tarjetas de crédito de los consumidores cayeron de US$1.08 billones a US$985.3 mil millones, una disminución de alrededor del 8.6%. Antes de la pandemia, el 44% de los consumidores tenía un saldo en sus tarjetas de crédito de mes a mes, mientras que el 56% pagaba sus facturas en su totalidad todos los meses. Durante los últimos ocho meses, el 39% de los consumidores presenta atraso en su cuota y únicamente el 61% ha estado pagando sus deudas.

En la actualidad resulta impensable para el sector financiero que un cliente esté dispuesto a esperar a ver qué ha pasado con las finanzas uno o dos días después, porque quizás en ese momento esa información resulte crítica para sus finanzas. Es más relevante saberlo hoy, aquí, y ahora. No hay margen para el error porque se ha pagado a débito y no en crédito.

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