La industria manufacturera y la sostenibilidad en la región, ha brindado empleo a 1.5 millones de personas.
(M&T). Schneider Electric y MIT Technology Review están liderando el camino en cuanto a sostenibilidad en el sector manufacturero, y marcan un precedente al priorizar la gestión responsable de equipos y la reducción de la huella de carbono en toda la cadena de suministro.
La importancia de la industria manufacturera en Centroamérica, como se destaca en los datos de la SIECA, son representativos, entre los que se subraya el impacto en el PIB regional con el 25.8% y ha generado 1.5 millones de empleos, especialmente en sectores como textil y vestuario, alimentos y bebidas, productos químicos y metalmecánica, la industria está claramente en el centro de la economía de la región.
Además, las cifras de exportación son notables, con $13.8 mil millones en exportaciones de manufacturas. Esto muestra la competitividad de la industria en mercados como Estados Unidos, la Unión Europea y dentro de la propia región centroamericana.
El hecho de que las empresas manufactureras estén cambiando su enfoque hacia la sostenibilidad es muy positivo. Ya no es solo una cuestión de cumplimiento o responsabilidad, sino que se está convirtiendo en el objetivo principal de mejorar procesos. Esto no solo beneficia al medio ambiente, sino que también puede tener impactos positivos en la eficiencia y rentabilidad a largo plazo.
Algunos progresos
Aumento de las prácticas sostenibles específicas de productos: La modernización en los procesos para permitir la descarbonización, está llegando a las empresas, lo que permitirá mejorar las operaciones de los equipos, reduciendo los desechos y fabricando productos con insumos menos intensivos en carbono.
Procesos modulares que permiten mejores predicciones: La tecnología es una de las herramientas principales y se está utilizando para crear procesos predictivos y reorganizarlos para que sean más ágiles y modulares.
Diseño con propósito para la economía circular: Las principales empresas manufactureras están reimaginando los procesos de fabricación a fin de impulsar la “economía circular”.
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