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La higiene del teléfono móvil será un elemento clave al regresar al trabajo

Según el análisis titulado “Los teléfonos móviles representan una vía para la transmisión microbiana: una revisión de alcance”, los teléfonos móviles se han convertido en una parte integral de la sociedad moderna y son considerados como posibles criaderos de organismos microbianos, lo que constituye un riesgo potencial para la salud pública mundial para la transmisión microbiana.

De acuerdo con Matthew Olsen, investigador de Ciencias de la Salud y Medicina de la Universidad de Bond, en  Australia, los teléfonos móviles se usan en promedio 3 horas por día. Además, un estudio de 2016 declaró que los usuarios pueden tocar sus teléfonos hasta 2,617 veces al día.

“Esto plantea un problema de salud para la comunidad en general, ya que esta revisión ha demostrado que los teléfonos móviles están contaminados por una gran cantidad de microorganismos, incluidas bacterias y virus”, se reveló.

Es por ello, que en la ruta del regreso gradual a la normalidad las empresas necesitarán incorporar urgentemente una mayor higiene de los teléfonos inteligentes a medida que se preparan y planifican para que sus empleados vuelvan al trabajo.

Según Simon Clarke, Profesor Asociado de Microbiología Celular de la Universidad de Reading, Inglaterra, el uso, almacenamiento y la limpieza de los teléfonos inteligentes deben ser una consideración clave en las acciones de regreso al funcionamiento de las empresas.

“Debemos pedir un cambio escalonado en la forma como se utilizan y tratan los teléfonos móviles, especialmente en sitios como centro laborales o el transporte público, donde se corren el riesgo de contaminación con el virus que causa COVID- 19”,  expresó Clarke.

Para el especialista de la Universidad de Reading una estrategia adecuada en este campo debe procura tomar en cuenta:

  1. Evitar el uso de teléfonos en el transporte público durante los desplazamientos. Este es un hábito muy arraigado, pero es una posible fuente contaminación y propagación muy importante.

  2. El usuario tiene que limpiar su teléfono y lavarse las manos antes de salir para el trabajo y tan pronto como llegue. La persona debe concebir el teléfono como una  extensión: “Si sus manos están sucias, su teléfono también”, dice.

  3. Los teléfonos compartidos en las oficinas resultan particularmente riesgosos y necesitan ser “repensados”. Es recomendable usar teléfonos más resistentes y menos rompibles, que se pueden lavar a fondo en agua y jabón, limpiar con cantidades generosas de geles / toallitas de alcohol e incluso lejía.

Clarke indicó que “los teléfonos inteligentes son un reservorio de gérmenes y tienen el potencial de propagar patógenos, como el virus que causa COVID-19. Usamos constantemente estos dispositivos, los tocamos con nuestras manos y los ponemos cerca de nuestras caras. Cuando se tose o estornuda, las gotas se transfieren al teléfono directamente o desde las manos si se han utilizado como escudo. El mensaje de lavado de manos realmente ha aterrizado, pero en el momento en que uno saca el teléfono del bolsillo las manos ya no están limpias”, explica el académico. De ahí, que resulta clave mejorar e introducir nuevos estándares de higiene para todos los empleados a medida que se comienza a regresar a los lugares de trabajo.

Diversos estudios aseguran que el  COVID-19 existe en los teléfonos móviles de los infectados por el virus y que es probable que contribuyan a la propagación dentro de diferentes entornos profesionales, así como en general en la comunidad. Por ello, científicos de diferentes partes del mundo han pedido que las autoridades de salud pública recomienden que los gobiernos fomenten más activamente una mejor higiene de los teléfonos móviles a través de campañas de sensibilización, para complementar el mensaje de lavado de manos.

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