La digitalización de los servicios financieros ha abierto nuevas oportunidades para el comercio electrónico en América Latina.
(M&T)-. Sin embargo, esta expansión también ha traído consigo desafíos, especialmente en el cumplimiento de normativas como el proceso KYC (Know Your Client).
La eficiencia en la verificación de usuarios es clave no solo para prevenir el fraude, sino también para garantizar una experiencia de compra fluida. Las empresas deben equilibrar la seguridad y la facilidad de uso para no comprometer la satisfacción del cliente.
Una investigación reciente realizada por D24, una compañía global de procesamiento de pagos, ha revelado que la principal barrera para la adopción del KYC en los pagos en línea en América Latina no es la resistencia de los consumidores, sino la complejidad de los procesos. A pesar de que el 62.3% de los latinoamericanos se sienten cómodos compartiendo información para cumplir con los requisitos de KYC, los procedimientos innecesariamente complejos, como la solicitud de múltiples documentos o el uso de segundas pantallas, son los principales responsables del abandono de transacciones en línea.
El estudio destaca que el 92.8% de los consumidores han abandonado una compra en línea debido a que no tenían acceso a la contraseña de un solo uso (OTP) enviada a un segundo dispositivo en el momento de la transacción. Asimismo, el 86.5% abandonó la compra al ser redirigido a una segunda pantalla que requería ser completada. Estas cifras subrayan la necesidad de simplificar los procesos de verificación de identidad sin comprometer la seguridad.
La paradoja del KYC en América Latina
Verónica Pinazo, Directora de Operaciones de D24, explicó que el principal desafío para las empresas es resolver lo que denomina la "paradoja del KYC" en América Latina. Aunque las marcas reconocen la importancia del KYC para reducir el fraude, muchas temen que estos procesos puedan afectar negativamente las tasas de conversión de clientes debido a su complejidad.
La situación se complica aún más en las transacciones transfronterizas, donde los consumidores se sienten más ansiosos al interactuar con proveedores internacionales. Según el estudio, el 54.2% de los latinoamericanos está preocupado por la seguridad de las tiendas en línea que operan desde otros países, lo que afecta su confianza en el servicio al cliente si algo sale mal.
Soluciones tecnológicas para simplificar el KYC
La automatización y la adopción de tecnologías avanzadas son claves para resolver esta paradoja. Según D24, los procesos automatizados pueden validar información como el nombre, fecha de nacimiento y estado legal sin necesidad de que el usuario intervenga en cada transacción, lo que reduce significativamente el abandono de compras y garantiza el cumplimiento normativo.
"El KYC debe cumplir con las regulaciones locales sin aumentar la complejidad para el cliente", añadió Pinazo. "La tecnología permite que estas verificaciones se realicen de manera fluida, mejorando tanto la experiencia del consumidor como las tasas de retención de los retailers".
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