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Foto del escritorAlejandra Samayoa

José Raúl González CEO de Progreso es reconocido por Awards of Happiness

González recibió una distinción en Costa Rica en reconocimiento a su labor como uno de los líderes más inspiradores de Centroamérica.



(M&T)-. José Raúl González CEO de Progreso, es un reconocido líder dentro de la compañía. Él es referente de excelencia, orden y disciplina. Además, es un profesional que se ha destacado y, por ello, recibió la distinción “Awards of Happiness” que ha reafirmado su liderazgo.


Mercados & Tendencias conversó con él acerca de este reconocimiento y cómo su ética de trabajo ha cambiado su vida y lo ha llevado a ser uno de los más reconocidos profesionales de la región.


Sabemos que recibió el “Awards of Happiness” nos gustaría saber ¿Qué siente al ser un directivo destacado fomentando la felicidad organizacional?


Me siento honrado y agradecido con que se me haya tomado en cuenta para este reconocimiento. Lo recibo con la humildad de reconocer que jamás habría sido considerado para el mismo, de no ser por el trabajo de mis 5,300 compañeros distribuidos en 7 países, quienes tienen el verdadero mérito. Yo, simplemente, tengo el orgullo de liderarlos y representarlos.


Lo acepto también con el compromiso de buscar ser cada día mejor y poder superar sus expectativas. Estoy seguro de que ese es también el compromiso de mis compañeros para vivir y modelar los valores de nuestro fundador: Carlos F. Novella.


¿Cómo han fomentado esa cultura en la empresa?


Tenemos la suerte de gestionar el legado de un gran líder; nuestro fundador, Carlos F. Novella, quien fue un gran visionario en el campo empresarial, pero también en el social y medioambiental.


No sólo fundó la tercera empresa de cemento en el continente americano hace ya 123 años; también fue un hombre que se anticipó a su época brindando a sus colaboradores y sus familias servicios de educación y salud mucho antes de que eso se volviera una prestación laboral. Y también dedicó importante tiempo y recursos a cuidar el medio ambiente.


Por ejemplo, de su iniciativa de sembrar bosques nace nuestra veta del cuidado del medio ambiente que perdura y se consolida hasta hoy. Con el tiempo (ya vamos por la cuarta generación), hemos visto que se volvió necesario codificar esos valores y esos comportamientos, para poder pasarlos, con fidelidad, a las siguientes generaciones. De ahí es que salen dos documentos: el Código de Valores, Etica y Conducta – COVEC – y la Agenda de Liderazgo.


Nuestra obligación es garantizar que todos los Líderes Progreso, sigan esos valores y los comportamientos definidos en ambos documentos para consolidar nuestra cultura y trascender en el tiempo.


¿Cree que esos planteamientos son necesarios para la mejora del entorno laboral y la ejecución de todos los días?


Todo Líder Progreso justifica la existencia de nuestra compañía a través de nuestro propósito trascendente: construir juntos el país donde todos queremos vivir.



Si no vivimos ese propósito a través de nuestra cultura, la compañía no tendría sentido de existir. Es por ello que decimos que en Progreso las utilidades no son el objetivo, sino que serán el resultado de vivir con fidelidad los valores y comportamientos de nuestra cultura.


Por ello nos hemos esforzado en crear un ambiente laboral familiar, en el que nuestros colaboradores puedan sentirse valorados, seguros, desarrollados y reconocidos, libres de discriminación, exclusión o prácticas inadecuadas de cualquier tipo, lo que nos permite mantener ese liderazgo que como compañía nos ha caracterizado por más de 120 años.


¿Cómo ha enfocado usted esta cultura en su rutina laboral?


Mi rutina y la de mi equipo inmediato está marcada por la obligación de liderar con el ejemplo. Nosotros decimos “vivir y modelar” nuestros valores. Es una responsabilidad que asumo con un gran gusto, convencido que tenemos en nuestra cultura la posibilidad de realizarnos como profesionales y como seres humanos.


Esa es la gran diferencia entre todos los que formamos parte de la Familia Progreso. Venimos a trabajar, a ganarnos la vida, pero también a contribuir a algo que es más importante que solamente nuestro trabajo individual.


Cuando uno se encuentra en esa situación, el trabajo no sólo nos da satisfacciones profesionales, es también el lugar de encuentro con nuestra familia extendida y se logra una realización personal extraordinaria.


¿Cree que eso marcó una diferencia en su éxito profesional?


Yo he dicho, y también lo he escuchado de mis compañeros de trabajo, que “lo mejor que me ha pasado en mi vida profesional es haber ingresado a Progreso”. Sin duda, ese ingreso acá nos ha marcado a todos, para bien, tanto en lo profesional como en lo personal.


Es por ello que, no es extraño encontrar compañeros con 20 o más años de trabajo en Progreso. Eso habla mucho de la estabilidad de nuestra gente, pero sobre todo, de su alto nivel de experiencia y profesionalismo que nos ha permitido superar los grandes retos que la vida nos ha presentado.



Con esa experiencia, la relación con nuestros clientes ha pasado de ser una relación comercial, a una relación personal en la que se generan vínculos de confianza que contribuyen a su éxito comercial y, por ende, al de nosotros también.


¿Cómo podría aconsejar a los demás a mejorar su realidad laboral?


Creo que el mejor consejo que les podría dar es que deben identificar su propósito. Esto ayuda a definir el norte hacia el cual nos debemos dirigir para saber que habrá momentos malos y momentos buenos, pero que ni uno ni otro nos deben distraer de la razón de fondo por la cual hacemos lo que hacemos todos los días.


Esto es algo en lo que hemos reflexionado mucho en Progreso y que, constantemente estamos enfatizando. De hecho, prácticamente lo recitamos todos los días en cada uno de nuestros eventos.


¿Este reconocimiento cambia de alguna manera cómo se están realizando las cosas?


Si. Nos compromete aún más a seguir buscando la mejora continua, a cumplir con nuestro propósito y a hacerlo dentro del marco de nuestros valores y nuestra cultura. Es también un momento oportuno para reflexionar, con humildad, del camino que hemos recorrido y darle gracias a Dios por los favores recibidos en este trayecto.


¿Piensa crear nuevas estrategias en la compañía?


Dentro de las competencias que cada Líder Progreso debe adquirir y mejorar hay uno que es muy importante: la de innovación. Nosotros creemos que debemos mantener una mente abierta para encontrar formas de mejorar permanentemente.


Así que siempre estaremos buscando adaptarnos a las circunstancias para garantizar nuestra sostenibilidad. Ya lo dijo Darwin: “no son las especies más fuertes las que sobreviven, sino aquellas que pueden adaptarse a los cambios de su entorno”.


Repensar y pasar las estrategias por un stress test es siempre saludable. Estoy seguro que eso ha sido un factor importante en nuestra sostenibilidad.


¿Podría contarnos un poco sobre su experiencia y carrera?


Vine a Progreso como CFO en 2010 y me he desempeñado como CEO de Progreso desde 2012. Actualmente también presido la Junta Directiva de la Federación Iberoamericana del Cemento (FICEM).


Soy profesor de economía en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Francisco Marroquín en donde he sido decano de esa facultad y actualmente soy miembro de su comité de fiduciarios.


Antes de incorporarme a la familia Progreso, fui vicepresidente de Finanzas de The Central America Beverage Corporation (CBC), (entre 1993 y 2010); ocupé la gerencia general de la Financiera de Occidente entre 1990 y 1993, un Banco de Inversión afiliado al Banco de Occidente de Guatemala; además de la gerencia de finanzas de Cemaco (1987-1990).


¿Qué lectura o implementación podría recomendar para lograr un cambio de mentalidad y ADN empresarial?


Actualmente estoy re-estudiando los siguientes libros: “Las 4 Disciplinas de la Ejecución” de Sean Covey, para mejorar la capacidad de logro de metas.

“Trust and Inspire” de Stephen Covey, para mejorar la gestión de nuestra gente y ser más efectivos.


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