La comunicación interna es un factor crucial para el éxito de cualquier empresa u organización. En la era digital, la inteligencia artificial (IA) y la automatización se han convertido en herramientas importantes para mejorar la precisión, la eficiencia y la efectividad de las comunicaciones internas.
Por Pablo Duncan Linch, Socio director CLC Comunicación afiliada a Llorente y Cuenca (LLYC).
(M&T)-. Se puede definir la inteligencia artificial como aquella capacidad de una computadora digital o robot controlado por computadora para aprender y realizar tareas normalmente asociadas a la inteligencia y creatividad humana.
Esta tecnología se está utilizando cada vez más en la comunicación interna de las empresas. Por ejemplo, las organizaciones están utilizando chatbots impulsados por IA para mejorar la experiencia de los empleados en los servicios de atención al cliente y para proporcionar información y asistencia en tiempo real. Diferenciamos a la automatización de la IA, pues la primera está impulsada por fórmulas y reglas mientras la segunda se centra en la creación de herramientas hiperinteligentes y "aprendizaje automático".
La IA también se está utilizando para analizar grandes cantidades de datos de la empresa, lo que ayuda en el proceso de toma de decisiones. La IA puede analizar los datos de la empresa y proporcionar información valiosa que fundamente cambios internos, visibilizando las tendencias de trabajo de los equipos y generando mayor eficiencia en los procesos. Esto puede ayudar al liderazgo de la organización a identificar problemas y tomar medidas tendientes a optimizar la comunicación interna, lo cual lleve a una mejora de la calidad de los productos y servicios de la empresa.
Lea BCIE aprobó más de US$1,500 millones en beneficio de la región durante el primer trimestre de 2023
Si bien estos avances tecnológicos pueden generar temor e incertidumbre, considero necesario analizarlos desde una propuesta de reto e innovación a nivel de comunicación interna. Asesorando a nuestros clientes en CLC Comunicación afiliada de Llorente y Cuenca (LLYC) hemos podido identificar algunos de estos aspectos positivos adicionales a los que ya he mencionado, por ejemplo:
Pueden ayudar a evitar la sobrecarga de comunicaciones y la reducción del exceso de ruido, lo cual es un problema creciente a medida que aumenta el volumen de contenido.
Contribuyen a satisfacer el creciente deseo de experiencias inteligentes más personalizadas y relevantes para los equipos de trabajo de las organizaciones.
Pueden potenciar un compromiso orgánico por medio de la planificación, programación, automatización y seguimiento de campañas de comunicación que lleven el contenido a otro nivel de engagement.
Promueven la reducción de tareas repetitivas lo cual genera la liberación de tiempo para enfocarlo en tareas estratégicas y creativas y sustentadas en una satisfacción del colaborador más personalizada y humana.
Sin embargo, aunque la IA puede mejorar la comunicación interna y la eficiencia de la empresa, también hay retos que deben abordarse. Uno de los mayores desafíos es la privacidad y la seguridad de la información. Las empresas deben asegurarse de que los datos confidenciales estén protegidos y que la IA no sea utilizada para fines malintencionados. En esta materia, la propia IA puede mejorar la seguridad de la información, ayudar a detectar actividades sospechosas en las redes internas y alertar a los responsables para que puedan diseñar estrategias e implementar acciones rápidas y efectivas para prevenir brechas de seguridad.
Otro desafío es la dependencia excesiva de la IA. A medida que la IA se vuelve más sofisticada, es posible que los equipos de trabajo se sientan más cómodos confiando en ella para tomar decisiones importantes. Sin embargo, la IA no puede reemplazar completamente la inteligencia humana y la intuición, por lo que los esfuerzos de comunicación interna deben también ir dirigidos a fomentar el pensamiento crítico, el trabajo en equipo y los procesos reflexivos en la toma de decisiones.
La IA y la automatización son el futuro del trabajo. Ante los cambios acelerados del panorama tecnológico las empresas y otras organizaciones deben decidir qué herramientas respaldan su estrategia de comunicación interna. Las comunicaciones internas deben poder capitalizar el valor que ofrecen la IA, la automatización y otras tecnologías emergentes. A medida que la tecnología continúa desarrollándose, la precisión e impacto de las comunicaciones internas debe ser aumentada por la IA, pero “mantenerse humana” en su esencia y aplicación.
En conclusión, la relación entre la comunicación interna y la inteligencia artificial es compleja y en constante evolución. Si se utiliza de manera responsable, la IA puede mejorar la eficiencia y la efectividad de la comunicación interna y de la toma de decisiones. En este nuevo escenario, es fundamental que las empresas y organizaciones aborden los desafíos relacionados con la privacidad y la seguridad de la información, así como la dependencia excesiva de la IA. En última instancia, la clave para el éxito es encontrar un equilibrio y generar sinergias entre la inteligencia humana y la innovación tecnológica.
Comments