La inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) es un pilar fundamental para el avance tecnológico y económico de cualquier país, especialmente en los que están en vías de desarrollo.
Por: Por: Wady Johel Cerdas Tenorio
PhD. Ciencias Empresariales, IMBA-MBA, Ingeniero Industrial.
Licenciado en Derecho, Profesor Universitario. Conferencista Internacional.
Asesor, Consultor y Director Asociado y Conductor de Tips Empresariales (La Potente Radio TV).
(M&T)-. Sin embargo, las pequeñas y medianas empresas (pymes), a pesar de su crucial aporte a la economía, enfrentan una paradoja notable cuando se trata de invertir en I+D. Aunque es vital para su evolución y competitividad a largo plazo, los recursos limitados y las prioridades a corto plazo a menudo relegan la I+D a un segundo plano.
En muchos países en desarrollo, las pymes son responsables de una gran parte del empleo y la producción industrial. Sin embargo, su capacidad para contribuir efectivamente al desarrollo tecnológico es limitada por restricciones financieras y falta de acceso a conocimientos especializados.
Este es el caso de países como Colombia, donde el gobierno ha implementado incentivos fiscales y programas de apoyo para fomentar la inversión en I+D entre las pymes, reconociendo que la innovación es crucial para la competitividad internacional.
La paradoja se manifiesta en que, mientras las grandes empresas pueden dedicar considerables recursos a la investigación y el desarrollo de nuevos productos y servicios, las pymes a menudo luchan por mantenerse a flote, haciendo que la inversión en I+D parezca un lujo inalcanzable.
Sin embargo, algunas pymes han logrado superar estas barreras mediante la colaboración con universidades y centros de investigación. Un ejemplo destacado es una pequeña empresa en Kenia que, a través de una asociación con una universidad local, desarrolló una tecnología agrícola innovadora que aumentó significativamente su rendimiento y expandió su acceso a mercados internacionales.
Además, el creciente acceso a tecnologías digitales ofrece nuevas oportunidades para que las pymes participen en I+D. La digitalización permite a las empresas pequeñas adoptar modelos de negocio innovadores y colaborar en plataformas de investigación a nivel global sin la necesidad de grandes inversiones en infraestructura física.
Por ejemplo, en Filipinas, una serie de pymes tecnológicas han aprovechado el software de código abierto para desarrollar soluciones adaptadas a las necesidades locales en el sector de la salud, demostrando cómo la I+D puede ser accesible y relevante para las pymes. La colaboración internacional también juega un papel crucial en este aspecto. Las pymes en países en desarrollo pueden beneficiarse enormemente de alianzas con empresas y entidades de investigación en economías avanzadas.
Esto no solo mejora su capacidad de I+D, sino que también les ayuda a integrarse en las cadenas globales de valor, donde la innovación es a menudo un requisito para la participación.
Aunque la I+D presenta desafíos significativos para las pymes en países en desarrollo, también ofrece oportunidades únicas para que estas empresas impulsen la innovación y el crecimiento económico.
A través de políticas de apoyo, colaboración con el sector académico y aprovechamiento de las tecnologías digitales, las pymes pueden superar las barreras para la inversión en I+D y jugar un papel protagonista en la transformación económica de sus países.
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