Grupo BID lanza iniciativa Finlac, con la que buscan facilitar el acceso a servicios financieros para el desarrollo económico y social de la región.
(M&T). La iniciativa Finlac es impulsada por el Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en conjunto con BID Invest y BID Lab, representa un esfuerzo significativo para abordar la exclusión financiera en la región. Con el enfoque integral busca comprender y superar las barreras que enfrentan diversas comunidades, desde áreas rurales hasta grupos étnicos y de género, así como fomentar la innovación y la colaboración público-privada.
La brecha es considerable en cuanto a el acceso a servicios financieros en la región, por su lado Finlac se compromete a promover la inclusión financiera a través de diversas estrategias, las cuales incluyen la promoción de la transformación digital, la mejora de los sistemas de pago, y la facilitación del intercambio seguro de datos financieros, una práctica conocida como finanzas abiertas.
"El Grupo BID se enorgullece de presentar un hub que puede apoyar a las partes interesadas de los sectores público y privado con sus iniciativas y proyectos para promover la inclusión financiera. Finlac generará conocimientos y datos relevantes para las políticas, probar modelos comerciales innovadores y soluciones del sector privado", dijo Eric Parrado, Economista jefe y Gerente General del Departamento de Investigación del BID.
Las limitantes y los retos
La falta de acceso a servicios financieros formales puede limitar el desarrollo económico y social de las comunidades, especialmente a las áreas rurales, indígenas, afrodescendientes, o que pertenecen a grupos vulnerables como mujeres, migrantes y adultos mayores.
La iniciativa impulsada por el Grupo BID pretende ser una alternativa para abordar estas disparidades. Además, busca priorizar la comprensión de las barreras específicas que enfrentan estos grupos, por lo que es fundamental diseñar estrategias efectivas de inclusión financiera.
No obstante, la transformación digital puede desempeñar un papel clave en la ampliación del acceso a servicios financieros, especialmente en áreas remotas y el principal desafío será que todos los territorios tengan acceso a la tecnología; así como mejorar los sistemas de pago a fin de facilitar transacciones rápidas y seguras, lo que contribuirá a la actividad económica y la participación en el sistema financiero formal.
Es importante la construcción de un sistema financiero más inclusivo y resiliente en la región; sin embargo, su éxito dependerá de la implementación efectiva y el compromiso continuo de todas las partes interesadas, gobiernos, instituciones financieras, empresas y la sociedad civil.
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