Por: Dr. Juan Diego Sánchez Sánchez, Ph.D, Asesor empresarial, abogado, profesor e investigador.
(M&T)-. No obstante, pocas veces realmente, a pesar de reiterarse la importancia del voto informado, se hace una evaluación profunda de las ideologías que están detrás de una agrupación política particular, esto incluso ajeno al mensaje específico de una campaña, pues bien, este podría indicar un rumbo en aras de incrementar el caudal electoral, pero diferente a su ideología política y económica de fondo.
Surge acá la primera dicotomía elemental del espectro político-económico, consistiendo en la tan tergiversada división entre la Izquierda y la Derecha, la cual erróneamente se ha asociado a temas culturales, ambientales, de derechos humanos, entre otros. Elementos, que si bien es cierto, pueden derivarse de ambas ideologías, no son su fundamento. El precepto de fondo que separa ambas corrientes es dado por la propiedad privada, es decir, por la posibilidad de apropiación de los factores productivos, entiéndase: tierra, trabajo, capital, y más recientemente se agregan la tecnología y el conocimiento.
La Izquierda en su base filosófica elemental, plantea que estos recursos solamente pueden estar en manos estatales, no permitiendo en ningún caso la existencia de la propiedad privada, claro está, desde un extremo en su concepción. Por otra parte, la Derecha detalla la libertad absoluta en cuanto a la posibilidad de apropiación y generación de propiedad privada sobre los recursos económicos.
Ambos enfoques van de la mano con la definición misma del Estado, la cual por su mismo exceso de control sobre la propiedad privada, señalaría ser en la Izquierda un aparato público de magnitudes desproporcionadas, cuya función esencial radica en la acumulación de propiedad común, acción coligada a la desaparición paulatina de la propiedad de los individuos. Por otra parte la Derecha, al precisar que los recursos productivos deben respetar la propiedad privada, plantea una reducción fundamental del Estado, pero curiosamente no indica su desaparición, pues determina a la vez que el aparato gubernamental, aún en su mínima expresión debe existir, pues hay dos funciones que nunca podrían ser privadas, la seguridad de la nación y la jurisdicción.
El eje de la Izquierda y la Derecha hace referencia a la propiedad privada y su control, pero bajo un lineamiento técnico no se enfoca en la imposición de pensamiento. Este tema se define bajo una concepción en un eje vertical, el cual implica que en su parte alta ubica la imposición de ideologías y pensamientos, y en la parte baja precisa la libertad de ideas y autónoma expresión. Obteniendo así cuatro cuadrantes claros del espectro político-económico: Estatismo (izquierda y arriba), Socialismo (izquierda y abajo), Conservadurismo (derecha y arriba) y Liberalismo (derecha y abajo). Los cuales también pueden dividirse de forma individual en extremos y medios.
Surge la pregunta ¿Cuáles son los modelos que han probado ser exitosos a nivel mundial e históricamente? Pues bien, el primer punto que llama la atención, señala la no existencia de casos registrados de migraciones de países de ideología del eje de la Derecha hacia naciones enfocadas en el eje de la Izquierda, análisis desde un enfoque estrictamente económico. Ahora bien, en términos del eje vertical, el extremo alto parece demostrar lesividad para las personas y las naciones, pues países ubicados en la parte alta extrema, señalan tener un conservadurismo en exceso imponible, marcando una pérdida en la libertad individual derivada de la imposición estatal, o bien, de dogmas tales como la religión, el comunismo o las ideas revolucionarias extremas, aspectos que parecen ir en contra de la esencial libertad de la persona.
Llama la atención que las posiciones enfocadas al Estado como ente gestor de la propiedad, así como a imposiciones de adoctrinamiento muy dadas para partidos socialistas o fundamentalistas, señalan fracasos económicos y sociales. ¿Cuál enfoque funciona y es pragmático entonces? Para esto es necesario indagar en los casos de éxito mundial, tanto en línea de los índices de riqueza, bienestar y libertad, donde surgen ejemplos de naciones que han adoptado ideologías de centro derecha en el eje horizontal, basadas a la vez en leyes que respetan los valores fundamentales de convivencia y la vida humana, resaltando el enfoque del liberalismo y conservadurismo moderado.
Destaca el ejemplo de los países nórdicos, que aunque erróneamente se pretende indicar que tienen un fundamento socialista, debe recordarse que sus aparatos estatales son pequeños y eficientes, con enfoques jurídicos muy potentes hacia la exigencia ambiental, laboral, así como a la disciplina y libertad individual de la persona. También sobresale su carga impositiva, la cual es alta, pero enfocada en la prestación de excelentes servicios públicos, pues sus Estados son pequeños.
Quizás la principal conclusión versa sobre la inaplicabilidad de los extremos ideológicos, así como la prevalencia que la propiedad privada y la libertad individual deben de tener sobre la imposición estatal. Lo que hace pensar ¿Por qué aún se siguen ideas y partidos que plantean no creer en la propiedad privada, o bien, con enfoque basado en la imposición ideológica por adoctrinamiento?
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