De acuerdo con el ministro de Trabajo, Carlos Madero, la ley aprobada la semana pasada por el Congreso Nacional pretende salvar no menos de 450.000 empleos en el país, y reconoció que se está entre un balance que implica combatir la pandemia y enfrentar el problema económico que ésta genera.
“La única forma de hacer frente al coronavirus es quedándose en casa, y al permanecer en casa significa que las empresas no puedan funcionar, igual el sistema productivo, con repercusiones en el tema económico”, expuso.
El funcionario refirió que hasta ahora quizá hay unas 25.000 personas que han entrado en proceso de suspensión y posiblemente se vaya incrementando en el transcurso de los días, aunque se espera que eso tenga cierto alivio. Por ello, el Congreso, a propuesta del Ejecutivo, aprobó la Ley de Auxilio, que favorece o concede dos vías a las empresas, y la primera es que “prorroga los impuestos y da auxilio en temas tributarios para aquellos que ocupaban pagar sus declaraciones de impuestos”.
Asimismo, explicó que “el Estado permite que las empresas no hagan sus contribuciones y sí puedan cancelar salarios a los trabajadores, porque se necesita que en estos momentos ellos permanezcan en casa. Lo que se pretende es que las micro, pequeñas y medianas empresas no despidan a sus trabajadores”.
Por otro lado, el titular de Trabajo dijo que, si las empresas se vieran en la necesidad extrema de suspender a un trabajador, “entonces hay un alivio que establece la ley, que es un alivio solidario, que va consistir en 6.000 lempiras, y esto comprende a los trabajadores que aportan al Régimen de Aportaciones Privadas (RAP) y al sector de la maquila”.
Esa cantidad de 6.000 lempiras, explicó el funcionario, se entregará de manera mensual, y se espera que por uno o dos meses, “para que el trabajador tenga un alivio y no quede sin nada”, dijo Madero, quien afirmó que es un proceso que debe realizar la empresa, porque el primer paso depende de la que quiere acogerse a la ley, “que quiere ser solidaria con sus trabajadores y que no los quiere dejar solos y quiere compartir parte del sacrificio”. Una vez que la empresa inicia el trámite en el Ministerio de Trabajo, refirió, “se elabora una acta en la que se confirma que hay interés por ser uno de los beneficiarios de la ley y con la misma acudirá al RAP o a la Asociación de Maquiladores solicitando el beneficio para sus trabajadores”.
El Ministro de Trabajo advirtió a las empresas que, según el artículo 100 del Código de Trabajo, pueden invocar una suspensión pero no puede durar más de 120 días, unos cuatro meses, “y esperamos que nosotros no lleguemos a cuatro meses con esta emergencia”.
Por otro lado, el funcionario reconoció que el coronavirus determinará un nuevo orden mundial de la economía pues “todos los países afrontan dificultades, desde el más grande hasta el más pequeño, y Honduras está en el último grupo, pero trabajando para buscar salidas, para que sea una crisis manejable”.
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También aceptó que dos sectores van a ser muy afectados: el turismo y el maquilador, pero por eso se trata de estructurar mecanismos para preservar empleos, buscando que el empresario o las empresas tengan dos caminos que poder tomar, antes de que se cancele un puesto de trabajo.
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