En tres países miembros del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), El Salvador, Guatemala y Honduras, cerca de 7.3 millones de personas se encuentran en crisis o emergencia de inseguridad alimentaria, según informe de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF). Esta situación se vio afectada mayormente por la pandemia del covid-19 y se agudizó por las tormentas Eta e Iota, según se detalló.
La CIF es un grupo de herramientas y procedimientos para clasificar la severidad de Inseguridad Alimentaria Aguda, así como Inseguridad Crónica y Desnutrición Aguda e identificar los factores claves utilizando normas internacionales, del cual el SICA forma parte junto a otros organismos nacionales, regionales e internacionales.
De acuerdo con lo informado, la situación de inseguridad alimentaria y nutricional se profundizó en algunas regiones de los tres países debido a la crisis sanitaria del covid-19; en el caso de Honduras y Guatemala se sumó el impacto de los huracanes Eta e Iota, que dañó cultivos de granos básicos, hortalizas y cultivos de agroexportación, provocando alza de precios, pérdida de cosechas y de ingresos económicos de las familias.
En el caso de El Salvador, según el informe, 684,000 personas (10 % de la población analizada) se encuentran en crisis alimentaria o peor (Fase 3 o peor de la CIF) y por tanto requieren acciones urgentes. De estas personas, 589,000 se encuentran en Crisis (Fase 3 de la CIF) y 95,000 en Emergencia (Fase 4 de la CIF). De junio a agosto de 2021, se estima que 1.04 millones estarán en crisis o emergencia de inseguridad alimentaria aguda.
En el análisis realizado en Honduras, bajo el protocolo de la CIF escala aguda, se identificó que, para el período de diciembre 2020 a marzo de 2021, 2.9 millones de hondureños (31 % de la población analizada) se encuentran en crisis o emergencia alimentaria (fase 3 o 4 de la CIF). Según proyecciones, para el período de julio a septiembre de 2021, los afectados podrían llegar a 3.3 millones de personas.
En la actualización de las afectaciones proyectadas en el período de noviembre 2020 y marzo de 2021 en Guatemala, 3.7 millones de personas (23 % de la población) se estimó que se encuentran en crisis o emergencia alimentaria (fase e y 4 de la CIF); esto es equivalente a 820 mil hogares según indicador del Censo de 2018.
El Secretario General del SICA, Vinicio Cerezo, ha expresado que los desafíos en inseguridad alimentaria y nutricional solo se pueden enfrentar como bloque y de forma articulada. “Para superar los retos en los próximos años es clave apoyar de forma estratégica, sistemática y focalizada a los pequeños y medianos productores agrícolas y de la pesca de la región; para que Centroamérica se consolide como una importante región productora de alimentos de forma sostenible”, ha destacado.
El Informe Global sobre Crisis Alimentaria, publicado en abril de 2020, advirtió que El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua antes de la pandemi poseía un incremento de la inseguridad alimentaria y nutricional de 4.4 millones de personas en condiciones de crisis o emergencia durante el 2019.
Antes de la pandemia y los huracanes Eta e Iota, Centroamérica ya enfrentaba problemas de desnutrición crónica e inseguridad alimentaria nutricional, un escenario que se volvió más complejo.
Comments