Por: Malka Mekler
La llegada de la pandemia ocasionada por el covid-19 cambió la manera de operar muchas organizaciones, en las que el trabajo a distancia se ha instaurado como antídoto para contrarrestar los riesgos de la crisis sanitaria y económica. Sin embargo, a pesar de las dificultades técnicas que traen estos cambios, uno de los principales retos para los empleadores es lograr mantener la cohesión de sus colaboradores en la nueva normalidad.
Bajo esta línea, la virtualidad y el distanciamiento social, obligaron a las empresas a reinventar su estrategia de desarrollo de su cultura interna y crearon la necesidad de encontrar formas para generar esa conexión manteniendo el trabajo remoto. Una manera de hacer esto es que las empresas manifiesten la preocupación por sus colaboradores por medio del envío de detalles corporativos.
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Es aquí donde introducimos Happy Box, una emprendimiento familiar, 100% costarricense que crea obsequios personalizados de muy alta calidad. El emprendimiento nació en 2020, a partir de la idea de dos niñas de 11 y 13 años de edad, y que a raíz de la pandemia se convirtió en un negocio familiar.
De acuerdo con María Isabel Chaves, socia de la empresa, “Happy Box se ha convertido en el aliado de algunas empresas para hacer llegar a sus colaboradores detalles corporativos innovadores, que buscan recompensar el compromiso y mantener el sentido de pertenencia”.
Las opciones creativas desarrolladas, además de ser soluciones llave en mano para las empresas, se adaptan a la temática y el presupuesto de cada uno de sus clientes.
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