(M&T).- El programa Girls4Tech cursa su séptimo año de existencia y tiene como objetivo insertar poco a poco a las mujeres en un mercado laboral que hace un tiempo parecía un terreno desconocido. El motivo que impulsa esta iniciativa es motivar a las menores a desempeñarse en áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), ofreciéndoles planes de estudio que incorporan la experiencia de Mastercard en tecnología e innovación.
En un principio consistió en una sesión práctica y presencial con empleados voluntarios, pero en la actualidad ya se ha conformado como un plan con mayor organización y temáticas de vanguardia como ciberseguridad e inteligencia artificial. El mismo se realiza de manera digital y cuenta con traducción en nueve idiomas: inglés, chino, hindi, malayo, árabe, español, portugués, francés y polaco.
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Lo que inició como un trabajo voluntario en 2014, hoy es un programa que ha tocado la vida de un millón de niñas de entre 8 y 16 años de edad en todo el mundo y cuyo objetivo es llegar a cinco millones más para 2025. Hasta ahora, se han organizado eventos en más de 40 países: Argentina, Australia, Bélgica, Brasil, Bulgaria, Canadá, Colombia, Chile, China, Costa Rica, Republica Dominicana, Inglaterra, Ecuador, Francia, Alemania, Guatemala, India, Indonesia, Italia, Irlanda, Jamaica, Kenia, Malasia, México, Marruecos, Nueva Zelanda, Nigeria, Panamá, Perú, Polonia, Portugal, Puerto Rico, Singapur, Escocia, España, África del Sur, Suiza, EAU, Estados Unidos y Venezuela.
Según un estudio de la ONU, hay alrededor de 100 millones de mujeres menores de edad en el mundo que podrían convertirse en la generación más grande de líderes, emprendedoras y promotoras de cambios para el futuro.
“Girls4Tech es un programa que aparte de introducir a las niñas en el sector STEM, las empodera y les ayuda a visualizar un mundo sin límites. La iniciativa comenzó en el 2014 como un programa de voluntariado y hoy podemos decir que hemos hecho partícipes a más de un millón de niñas alrededor del mundo. Para nosotros es motivo de orgullo poder generar estos espacios y reitera nuestro compromiso con la igualdad de oportunidades para todas las personas” señaló Kristine Matheson, Gerente País de Mastercard para Costa Rica, Nicaragua y Honduras.
En Costa Rica, la demanda por profesionales con conocimientos en carreras STEM continúa al alza. Datos de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde) estima que durante el 2018 se generaron 12.961 nuevos puestos de trabajo en el país en industrias relacionadas a carreras STEM. Adicionalmente, Cinde estima que las empresas multinacionales requerirán de hasta 35 000 profesionales con conocimientos en estas áreas para el 2022.
Aún y con esta demanda por talento humano, datos del más reciente Estado de los Derechos Humanos de las Mujeres en Costa Rica muestran que un 71,5% de personas inscritas en ciencias básicas y un 69,3% de estudiantes de ingenierías corresponden a hombres. Asimismo, el estudio de ONU Mujeres “Las Mujeres en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas en América Latina” resaltó que, al 2017, únicamente un 24% de investigadoras en áreas de ciencia y tecnología correspondían a mujeres.
“Felicitamos al programa Girls4Tech de Mastercard por impulsar a que cada vez más niñas y adolescentes desarrollen sus habilidades en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Con este programa, no solo fomentamos a que las niñas a futuro puedan incorporarse a los mercados laborales, sino que con contribuye a acelerar el ritmo en materia de inclusión para todas las mujeres”, añadió la Primera Vicepresidenta de la República, Epsy Campbell.
Eva Mudgal fue alumna del programa global STEM de Mastercard para niñas Mudgal formó parte de la clase inaugural en 2014. Seis años más tarde, está cursando su licenciatura en informática en la Universidad de Windsor (Canadá) y atribuye al programa el haber despertado su interés por la inteligencia artificial, las redes y la seguridad, además de haberle conseguido unas prácticas de ensueño en Ethoca, una empresa de Mastercard, el verano pasado. “Nos enseñaron todo de forma tan sencilla”, dice. “Esa experiencia de explorar y experimentar de primera mano las operaciones que se llevan a cabo en Mastercard fue realmente decisiva para la curiosidad cada vez mayor que tengo hoy”, cuenta Eva.
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