Alejandra Ordoñez
La Finca El Rinconcito Orgánico Irazú, ubicada en Tierra Blanca de Cartago, desarrolla un proyecto de agricultura orgánica de precisión que entre otras características, está implementando un sistema de tecnología de punta mediante el uso de instrumentos especializados, automatización de riego, teléfonos inteligentesy un software a la medida.
Todas esas herramientas permiten que el agua circule y se apliquen abonos líquidos o “bioles” en cuatro invernaderos y en campo abierto.
La propiedad, de 7,000 metros cuadrados produce legumbres y hortalizas libres de agroquímicos que están debidamente certificadas como orgánicas por la Agencia Kiwa-BCS Costa Rica Ltda.; además, los cultivos se expenden en dos Ferias de San José.
El proyecto de agricultura de precisión y exactitud en la Finca El Rinconcito Orgánico Irazú tiene una inversión aproximada de US$15,000. La iniciativa se desarrolla con el apoyo de la Promotora de Comercio Exterior (PROMOCER), el Sistema de Banca para el Desarrollo y la Fundación CR-USA, mediante fondos no reembolsables con la meta de lograr un óptimo aprovechamiento del agua llovida que se recolecta en tres tanques y un reservorio.
La agricultura de precisión se inició a mediados de la década de los 80’s. En la actualidad utiliza informaciones derivadas de sensores, sistemas de información geográfica y otras fuentes tecnológicas para gestionar y mejorar la productividad de las parcelas.
El plan en Tierra Blanca de Cartago se enmarca dentro del Programa “Descubre” de PROCOMER, que tiene como una de las metas principales promover el uso racional del recurso hídrico mediante la instalación de dispositivos como tensiómetros para determinar el momento justo y el lugar donde se deben realizar las aspersiones mediante la medición de la humedad en el suelo.
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Hannia Villallobos, co-propietaria de la finca junto con su esposo, Rodolfo Zamora, indicó: “Esto es para nosotros un salto tecnológico muy importante porque permite monitorear en tiempo real cuáles son las necesidades de agua que tienen los cultivos. El paso siguiente para los próximos días será medir cuánto líquido vamos a utilizar con este tipo de sistema”.
La Finca, cuya actividad inició hace 22 años, fue la primera en recibir la certificación orgánica en la Zona Norte de Cartago. En la actualidad produce más de 35 hortalizas tradicionales como tomate de mesa y cherry, espinaca, lechuga, apio, culantro, chile y otros cultivos no tradicionales como hinojo, arrúgula, radicchio, acelga y kale, entre otros.
Villalobos y Zamora, explicaron que los sistemas orgánicos “han demostrado ser sumamente resilientes en la mitigación y adaptación al cambio climático de ahí que la protección de los recursos como suelo, aire, biodiversidad y el uso eficiente y eficaz del agua sean una prioridad en este proyecto”.
“Con el asesoramiento de la Escuela de Economía Agrícola del Instituto Tecnológico de Costa Rica estamos dando los primeros pasos para que los trabajadores puedan eventualmente monitorear el sistema de riego desde sus teléfonos celulares”, explicó Villalobos.
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