Por Miguel Soto
La automatización, la inteligencia artificial, el big data, y el internet de las cosas, son tecnologías emergentes sumamente poderosas. Su implementación en los próximos años traerá consigo un cambio disruptivo nunca antes visto: la cuarta revolución industrial.
Y a pesar del clima de preocupaciones que rodea el tema, el Foro Económico Mundial (FEM) lo ve como una oportunidad de crecimiento para los países; siempre y cuando logren adaptarse a las tecnologías.
Específicamente, la automatización permitiría aumentar el valor económico al crear nuevas actividades; aumentar la calidad de trabajo, tanto en las ocupaciones tradicionales como nuevas; y ayudar a los empleados alcanzar su máximo potencial.
Entre las profesiones que tienen más peligro de desaparecer son los llamados ”roles redundantes” tales como: conductores de camiones, motocicletas y automóviles; contadores y auditores; trabajadores de ensamble y de fábrica; telemarqueteros; cajeros de bancos; y abogados.
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Para América Latina y el Caribe, el FEM pronostica alta demanda de roles como: Desarrollador y analista de aplicaciones y software, Analistas financieros, Especialistas en recursos humanos, Analistas de Datos, Profesionales y en ventas y marketing, Administradores y Gerentes.
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