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Felicidad Organizacional: un estímulo para el liderazgo exitoso


Por: Gabriela Montalto, Coach y Consultora independiente.

Hace ya varios años que se viene hablando fuerte de Felicidad Organizacional. Muchos gurús de la talla de Tal-Ben Shahar, Martin Seligman, Angela Duckworth, Mihaly Csikszentmihalyi, así como múltiples estudios de prestigiosas universidades, fundaciones, empresas de investigación y ONGs, han demostrado que una visión corporativa que fomente la Felicidad Organizacional y que definitivamente la practique, genera una dinámica interna de energía positiva y de productividad que carecen las empresas que no la incorporan. Así de simple.

Está comprobándose que la Felicidad Organizacional (FO) permea más allá de la corporación y sus colaboradores y es también buena para las familias de esos colaboradores, la industria y el país en general.

En estas organizaciones los colaboradores tienen la oportunidad de cultivar su creatividad, son más abocados a la innovación, se enferman menos y controlan mejor el stress, son más resilientes ante los fracasos, tienen más apertura a los cambios, son más amables, comparten, colaboran y se divierten más en equipo y se cuidan entre ellos. Hay más compromiso, más lealtad y más motivación para pertenecer a la organización.

La Universidad de Stanford, ya en el 2012, había publicado un interesante reporte (The Business Case for Happiness M345) donde indica que los empleados emocionalmente fuertes consistentemente muestran mayor índice de productividad: 10-25% de la diferencia en su efectividad se basa en diferencias en el nivel de bienestar.

Si esto es así, ¿por qué hay tantas empresas que aún se resisten a incorporar la FO?

¿Por qué miran únicamente el “costo” de implementar estrategias de felicidad con una visión cortoplacista y no se detienen a analizar y meditar en el ROI de largo plazo?

Cuando una empresa decide entrar en la FO, requiere estructurar un plan muy detallado con objetivos claros, específicos, que se puedan medir tanto en el corto, mediano como largo plazo. Y para ser totalmente exitosos deben pasar de la estrategia a la acción de forma muy veloz. En corto tiempo el programa de FO debe convertirse en parte del ADN de la compañía, permear toda la cultura organizacional y que se viva día a día.

Una empresa con la FO en su ADN se le conoce como una organización con “corazón”. Para estas empresas el hacer dinero no es su razón y propósito fundamental de ser. En estas empresas el dinero no es el fin, sino el resultado de vivir ese propósito.

Son empresas que están en FLOW continuo según la teoría de Mihaly Csikszentmihalyi. Hay FO cuando los colaboradores realmente disfrutan ir a la empresa y hacer sus labores, independiente de los retos que se presenten día a día.

¿A qué líder no le gustaría que su organización sea exitosa y además feliz?

Cierro con una cita de Simon Sinek, autor en temas de liderazgo, que resume mi pensar profesional respecto a la FO:

“Los líderes que logran lo mejor de sus colaboradores son los líderes que se preocupan más por ellos.”

Le deseo mucha Felicidad Organizacional.

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