Con un enfoque 100% centrado en sus colaboradores, clientes y consumidor final, así como en la sostenibilidad y Responsabilidad Social Empresarial, Vargas ha liderado un equipo multidisciplinario en la región que le han permitido posicionarse como líderes.
(M&T)-. Con una trayectoria de 28 años en Cargill, Xavier Vargas ha acumulado una serie de éxitos en su carrera profesional que lo han llevado a impulsar diferentes proyectos.
Inició como gerente de Entrenamiento y ha recorrido un camino que él mismo describe como “no lineal” en su desarrollo dentro de la compañía.
A futuro se plantea el reto de continuar aportando a la seguridad alimentaria en el mundo y la región, principalmente. En esta oportunidad, el ahora presidente de Cargill Proteína Latinoamérica conversó con Comunidad Mercados & Tendencias sobre su trayectoria, retos y visión a largo plazo.
¿Cómo describiría su viaje hacia llegar a ocupar el puesto en el que hoy está y cuáles fueron los principales desafíos?
Llegar a ser presidente de Cargill Proteína Latinoamérica ha sido una combinación de dedicación, aprendizaje continuo y resiliencia; lo recuerdo así desde mi inicio en Cargill 28 años atrás como gerente de Entrenamiento.
No ha sido un camino lineal, desde desafíos significativos, como la necesidad de adaptar a cambios tecnológicos y culturales, hasta el hecho de tener ahora un entorno empresarial en rápida evolución, donde la resiliencia ha sido clave para enfrentar el impacto del cambio climático y responder a las crecientes demandas de los consumidores que buscan seguridad, calidad, transparencia y sostenibilidad a lo largo de toda la cadena de valor.
Asimismo, los mercados y las cadenas de suministro se han visto perturbados por los conflictos, los cambios demográficos y la volatilidad de las condiciones económicas y medioambientales.
Ahora bien, cada obstáculo me ha permitido crecer y alinear aún más mi liderazgo con los valores que Cargill representa: hacer lo correcto, priorizar a las personas y apuntar a la excelencia.
A lo largo del tiempo, he aprendido a valorar el trabajo en equipo y a priorizar la empatía en mi liderazgo. En cada paso, he aprendido a escuchar y a entender las necesidades de nuestros colaboradores, clientes, consumidores y comunidades. Mi principal enfoque, y también el que le pido a mi equipo tener, es que cuidemos a cada uno de nuestros colaboradores y que aseguremos que regresen a casa todos los días con sus familias tal como los despidieron por la mañana.
¿Cómo equilibra las responsabilidades profesionales con su vida personal?
En Cargill creemos en el bienestar integral y eso comienza con liderar desde el ejemplo. Aunque las responsabilidades son muchas, siempre reservo tiempo para mi familia y para actividades que me recarguen de energía. El equilibrio es fundamental para el bienestar y la efectividad a largo plazo. Este balance va a tono con uno de nuestros valores de compañía: priorizar siempre a las personas.
Delegar adecuadamente, confiar en mi equipo y dedicar tiempo a mis seres queridos son pilares clave para mantener ese balance. Practico la desconexión consciente cuando estoy fuera de la oficina y valoro cada momento de descanso, ya que es en esos momentos donde encuentro la claridad para tomar decisiones estratégicas.
“Cada obstáculo me ha permitido crecer y alinear aún más mi liderazgo con los valores que Cargill representa: hacer lo correcto, priorizar a las personas y apuntar a la excelencia”.
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