Si bien el concepto de espacios de oficina abiertos puede parecer nuevo, ha existido desde la década de 1940. En aquel entonces, los arquitectos convencieron a las empresas de que los espacios abiertos promoverían la comunidad, la conexión y la inclusión en el trabajo.
Hoy en día, la vasta mayoría (80 %) de las empresas en Estados Unidos tienen oficinas abiertas con una mínima o ninguna división entre los escritorios. Recientemente, Walmart anunció que su nueva oficina en Arkansas, que tiene más de 14.000 empleados, tendría un plan de piso abierto para atraer a la próxima generación de talentos.
Los investigadores de Harvard, Ethan Bernstein y Stephen Turban, probablemente le dirían a Walmart que reconsidere esta idea de acuerdo con los hallazgos de un estudio reciente, que mostró que los empleados en una oficina abierta pasaban 73 % menos tiempo en interacciones cara a cara. Si bien los empleados pueden verse porque no hay paredes divisorias entre ellos, terminan recurriendo a la tecnología porque valoran la privacidad y el silencio.
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Aunque las oficinas abiertas pueden no ser atractivas para todos los empleados, las nuevas investigaciones muestran que las generaciones más jóvenes las prefieren y están dispuestas a aceptar sus desventajas. Trabajamos con Poly para encuestar a 5150 trabajadores y encontramos que más de la mitad de la generación Z (Gen Z) y los millenials desean oficinas abiertas en comparación con el 38 % de los baby boomers. Aún más interesante es que más de la mitad de los pertenecientes a la generación Z dicen que son más productivos en medio del ruido o hablando con otros, mientras que el 60 % de los baby boomers son más productivos cuando están en silencio, por lo que es probable que los Gen Z prefieran trabajar en una oficina física en lugar de en casa.
Otro estudio que hicimos con Kronos respalda esto; descubrimos que prefieren comunicarse con su equipo y recibir comentarios del gerente en persona. Incluso con toda la tecnología de colaboración que les permite trabajar de forma remota, las generaciones más jóvenes siguen valorando el contacto humano que solo pueden encontrar en una oficina.
Dado que las preferencias generacionales en cuanto a los diseños de oficinas son diferentes, las empresas deben buscar espacios de trabajo flexibles que se adapten a las necesidades de todos. Es por esto que los espacios de trabajo conjunto se han vuelto tan populares en los últimos años.
Los empleados más jóvenes quieren un sentido de comunidad y flexibilidad para ser más efectivos en su trabajo. WeWork, por ejemplo, tiene todo tipo de diseños para satisfacer diferentes preferencias, como salas de reuniones, salas de estar, cabinas telefónicas, salas de conferencias y cafeterías. Todos tenemos diferentes hábitos y preferencias, por lo que la flexibilidad en el espacio de trabajo nos permite seleccionar el entorno que mejor satisface nuestras necesidades.
A menudo, la toma de decisiones corporativas llega a los extremos, teniendo un espacio totalmente abierto o cerrado, cuando lo que la gente realmente quiere es flexibilidad para tomar sus propias decisiones basadas en cómo se sienten en ese momento. Al darles opciones a los empleados, les da el control y son ellos mismos los que pueden elegir el entorno que saque a relucir su creatividad y productividad.
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