Por: Gastón Oppel
(M&T).- La pandemia no ha acabado todavía. La mayoría de los países latinoamericanos siguen esperando la llegada de mayor cantidad de vacunas, mientras que en Europa la realidad comienza a ser un poco más parecida a la que se conocía antes de febrero de 2020. Sin embargo, las prácticas mutaron durante este último período y algunas prometen quedarse por mucho tiempo más, a pesar de que se acaben las reglas de distanciamiento social o utilización de barbijos.
Según el informe de Microsoft “La próxima gran disrupción es el trabajo híbrido: ¿estamos preparados?” realizado a principios de este año, más del 70% de los trabajadores quieren que continúen las opciones flexibles de trabajo remoto, mientras que más del 65 por ciento anhelan más tiempo en persona con sus equipos. Por ende, los líderes empresariales están al borde de importantes actualizaciones para adaptarse a lo que quieren los empleados: lo mejor de ambos mundos.
“Antes de la pandemia, animábamos a las personas a ‘poner todo su ser en el trabajo’, pero era difícil empoderarlas de verdad para hacerlo. La vulnerabilidad compartida de este tiempo nos ha brindado una gran oportunidad para aportar autenticidad real a la cultura de la empresa y transformar el trabajo para mejor“, explicó Jared Spataro, CVP de Microsoft 365. Esto demuestra que para Spataro la crisis ha ayudado a acercarse al trabajador, pero que también será un desafío de aquí en adelante para las empresas mantener ese beneficio conseguido gracias a la pandemia.
Otro punto fundamental del teletrabajo lo marca la empresa Cisco, en su informe “Una nueva perspectiva en el lugar de trabajo moderno”, donde se detalla que un 58% de las personas están ahora usando tecnologías que ya existían pero que previamente rechazaban o ignoraban y en un 67% se aceleró la adopción de nubes o herramientas colaborativas para trabajar. En este caso, se puede analizar cómo la situación obligó a los individuos a actualizarse pero también le brindó facilidades que tenían al alcance de la mano y no eran aprovechadas hasta el momento.
Para Paola Santos, directora de Recursos Humanos para la Región norte de SAP, “el cambio global a la modalidad de trabajo desde casa dio lugar a nuevas preferencias de los empleados y a una mejor comprensión de cómo la productividad y la colaboración pueden continuar con éxito, aunque el trabajo se realice en forma remota”.
El desafío de la virtualidad obliga a las empresas a generar un entorno propicio, para eso SAP recomienda montar una estrategia, que deberá cumplir con varios factores para ser exitosa:
• Un ambiente 100% flexible y basado en la confianza como norma, no como excepción. • Un entorno inclusivo en el que las personas puedan trabajar desde casa, en la oficina o de forma remota, de modo que cada una esté capacitada para funcionar de la mejor manera posible. • Horarios de trabajo flexibles, para que los empleados puedan decidir cuando trabajar de acuerdo con las necesidades de la empresa.
Por último y no menos importante, se debe tener en cuenta que para realizar estas prácticas es necesario tener un buen soporte tecnológico para que los empleados tengan espacios donde comunicarse y trabajar de manera adecuada, para alcanzar el mismo nivel de eficiencia (o aún más) que antes se conseguía en las oficinas.
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