El Salvador avanza en su estrategia de inversión con respaldo de Estados Unidos
- Walter Rivera
- hace 1 día
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La reciente reunión entre el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y el mandatario estadounidense, Donald Trump, ha vuelto a poner sobre la mesa el interés estratégico que ambas naciones tienen en fortalecer su cooperación bilateral.

(M&T)-. Más allá de los titulares políticos, el encuentro se perfiló como una oportunidad clave para revisar las relaciones comerciales, las inversiones estadounidenses en suelo salvadoreño y el flujo migratorio como eje de colaboración mutua.
El Salvador ha buscado posicionarse como un socio confiable en la región centroamericana, y parte de ese esfuerzo se centra en atraer capital extranjero, mejorar sus procesos aduaneros y establecer un entorno más competitivo para el comercio internacional. En esta línea, uno de los temas abordados en la reunión fue la existencia de barreras comerciales que, según el Departamento de Comercio de Estados Unidos, aún dificultan el libre intercambio entre ambos países. Entre estas se encuentran procedimientos aduaneros inconsistentes y requisitos duplicados en las importaciones, especialmente en productos alimenticios y farmacéuticos.
Por su parte, Estados Unidos impuso recientemente un arancel base del 10% a productos salvadoreños, en el marco de una nueva política comercial que busca revisar acuerdos anteriores y fomentar la reciprocidad. Este nuevo panorama obliga a El Salvador a tomar decisiones estratégicas sobre cómo mejorar su clima de negocios para no perder competitividad frente a otros países latinoamericanos que también buscan atraer inversión norteamericana.
A pesar de este desafío, ambos mandatarios expresaron públicamente su voluntad de mantener una relación estrecha. Trump agradeció a Bukele por su cooperación en temas migratorios y elogió el compromiso de El Salvador en temas de seguridad y gobernabilidad, lo que también fue interpretado como un mensaje positivo para inversionistas estadounidenses que buscan estabilidad jurídica y operativa en la región.
Bukele, por su parte, reafirmó el interés de su gobierno en consolidar a El Salvador como un punto de inversión clave en Latinoamérica, destacando su estrategia de modernización del país y apertura a nuevas tecnologías. Esta narrativa se alinea con la visión de su administración de proyectar a El Salvador como un destino atractivo, moderno y seguro para hacer negocios.
Aunque la visita no concluyó con la firma de nuevos acuerdos comerciales, sentó las bases para una relación más enfocada en resultados económicos y beneficios concretos para ambos países. El Salvador, con su nueva imagen internacional, se perfila como un territorio de oportunidades, siempre que logre traducir los compromisos políticos en mejoras tangibles para el sector productivo.
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