En un mundo cada vez más digital, la educación se enfrenta a nuevos retos para preparar a los jóvenes a la Revolución 4.0.
(M&T)-. En el contexto de la Revolución 4.0, donde la digitalización y la conectividad transforman el mercado laboral global, la Fundación para la Educación Superior (FES) de El Salvador presentó su octavo cuaderno titulado “¿Qué necesito aprender para ser parte de la Revolución 4.0?”, una investigación sobre los desafíos del sistema educativo en el país.
El estudio, desarrollado en colaboración con la Fundación Gloria Kriete (FGK) y la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN), destaca la necesidad de integrar competencias digitales y habilidades socioemocionales como el pensamiento crítico, la resiliencia y la inteligencia social en el sistema educativo para preparar a los estudiantes para el entorno laboral futuro. Sin embargo, persisten brechas en la enseñanza de estas competencias, tanto en colegios como en universidades.
Uno de los hallazgos clave del estudio es que, si bien la mayoría de las universidades en carreras STEM reconocen la importancia de las habilidades blandas como el liderazgo y el trabajo en equipo, estas aún no se enseñan de manera sistemática en los currículos. El informe subraya la importancia de equilibrar la enseñanza de habilidades técnicas y humanas, particularmente cuando el mercado laboral global demanda competencias tanto tecnológicas como socioemocionales.
José Everardo Rivera Bonilla, director de la ESEN, enfatizó que "las competencias digitales son esenciales, pero también lo son habilidades socioemocionales". Este equilibrio es vital para que los estudiantes puedan adaptarse a un mercado laboral en constante evolución. No obstante, el informe advierte que la existencia de vacíos en conocimientos básicos como la lectoescritura sigue siendo un obstáculo para la incorporación efectiva de nuevas competencias en el país.
El estudio de la FES también señala que el sistema educativo salvadoreño enfrenta desafíos particulares debido a estas brechas, lo que complica aún más la implementación de un marco educativo que prepare a los estudiantes para la Revolución 4.0.
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