(M&T)-. Uno de los temas principales de la agenda de la cumbre fue el impacto de la guerra en Europa Oriental sobre el mercado mundial de energía. La razón es porque en el conflicto está involucrada Rusia, el tercer productor mundial de petróleo, el petróleo ruso.
Por Isaac Cohen, Analista y consultor internacional, ex-Director de la Oficina de la CEPAL en Washington. Comentarista de economía y finanzas de CNN en Español TV y radio, UNIVISION, TELEMUNDO y otros medios.
Como lo describe el historiador de la energía Daniel Yergin, “un nuevo alineamiento en la política mundial está desplegándose a lo largo del planeta… diseñado por el petróleo y el gas… con China e India en el centro del mismo.” (The New York Times 06|25|22).
Después de cuatro meses de guerra en Ucrania, ante las sanciones contra las exportaciones de Rusia impuestas por el G7, China e India juntas aumentaron en mayo las compras de petróleo ruso en 2.4 millones de barriles por día, equivalentes a la mitad del total de exportaciones rusas de crudo.
Cierto, esas compras son efectuadas con un descuento de 30% sobre el precio mundial, lo cual beneficia a los compradores, pero sustenta los ingresos petroleros de Rusia. Además, parte de ese petróleo retorna al mercado mundial, como productos refinados importados por algunos de los países que han adoptado sanciones contra Rusia.
Este nuevo alineamiento energético mundial también ha beneficiado a las empresas productoras de combustibles fósiles, porque la emergencia causada por la guerra en Europa Oriental ha sustentado precios más elevados del petróleo y del gas natural. Asimismo, el conflicto ha conducido a dejar de lado algunas metas internacionales sobre el cambio climático.
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