Por: Eric Garro
El siglo XXI marcó el inicio de una tendencia que poco a poco fue profesionalizándose al punto de llegar a ser un negocio multimillonario: los eSports.
Los eSports, competencias de juegos online, se ha convertido en el más reciente ejemplo de que los consumidores están cambiando sus tendencias de consumo, y con ello aparecen un sinfín de oportunidades que las empresas pueden usar en el mercadeo de su marca.
Los números no mienten, de acuerdo con su informe Newzoo Global Growth of eSports Report 2016, la empresa Nielsen prevé que para este 2019 las ganancias de los eSports superen los 850 millones de dólares, casi que triplicando lo obtenido en el 2016 (alrededor de los 300 millones de dólares).
El marketing en los eSports se ha convertido en su pilar fundamental. Se espera que este año las marcas inviertan alrededor de 700 millones de dólares promocionando sus productos y servicios en la industria de eSports, de los cuales un 77% será en patrocinios y anuncios. Adicional a esto, los derechos de transmisión y venta de entradas generarán más de 200 millones de dólares en ganancias.
Muchas empresas ya han visto la oportunidad de explotar su marca en este nicho. En España, por ejemplo, Movistar anunció la creación de su propio equipo de competición, así como una alianza con el Diario Marca para cubrir estos eventos.
No sólo las empresas de tecnología han buscado introducirse en la industria. La cadena de restaurantes Chipotle anunció hace poco su convenio con ESL, la compañía de esports más grande del mundo.
El 2020 parece ser el año de quiebre para los eSports, en tiempos en los que la tecnología y la disrupción tecnológia parecen haber encontrado otro nicho para posicionarse en la vida de las personas.
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