Una verdad que muchos expertos de las comunicaciones y el marketing han establecido desde tiempos inmemorables es que "El contenido es el Rey", una premisa que ha funcionado como piedra angular de cualquier estrategia de marketing y publicidad.
Por: Michelle Tuy,
Directora General de LLYC Panamá.
(M&T)-. Sin embargo, vale la pena subrayar que el contenido para ser verdaderamente relevante debe generar valor. La producción de contenido de calidad se ha convertido en un imperativo para las marcas que buscan atraer y retener a su audiencia en el competitivo mundo de los medios de comunicación y el entretenimiento.
Es un hecho innegable que la forma en que consumimos contenido ha experimentado una revolución en las últimas décadas. Las plataformas digitales, el streaming y las redes sociales han ampliado las opciones disponibles para los consumidores, permitiéndoles acceder a una gran variedad de contenidos en línea. Es decir, la interacción dentro de los públicos es muy importante. Sin embargo, en medio de esta revolución, persiste un mito que se niega a desaparecer: "Ya nadie ve televisión". La realidad es que la televisión sigue siendo uno de los medios principales en muchos países de Latam.
En este sentido, según datos obtenidos por Kantar Ibope, Panamá sigue siendo uno de los países de mayor consumo en televisión, sus habitantes sintonizan la pantalla durante más de seis horas al día. De hecho, a nivel mundial, el número de hogares con televisores continúa aumentando, lo que demuestra que la televisión mantiene su relevancia como fuente principal de consumo de video.
¿Cuál es el secreto detrás de este nivel de audiencia sostenido? La respuesta está en la calidad de los programas que se transmiten en las pantallas de televisión, en particular, los llamados "Megaproyectos" de producción nacional. Estos Megaproyectos son la joya de la corona de los canales de televisión, que invierten un presupuesto considerable en su creación y producción. Donde se potencia la lucha del rating buscando innovación, contenido de calidad, integración de las plataformas digitales para captar al target más joven y así lograr una amplificación en sus audiencias.
Estas grandes producciones no solo son un testimonio de la creatividad y el talento de la industria del entretenimiento, sino que también son un imán para las marcas que buscan llegar a un público masivo. La inversión publicitaria en estos programas es una estrategia inteligente por parte de las marcas, ya que aprovechan la alta audiencia y el compromiso de los espectadores con estos contenidos de calidad.
La televisión ofrece un entorno único para la publicidad, donde las marcas pueden contar historias de manera efectiva y llegar a un público cautivo. Además, las sinergias entre la producción de televisión y el marketing son evidentes en la proliferación de productos relacionados con las series y programas de televisión, desde merchandising hasta colaboraciones estratégicas.
En resumen, a pesar de la evolución constante de los medios y la creciente competencia en el mundo digital, la televisión sigue siendo una fuerza dominante en el panorama mediático. Las grandes producciones televisivas, respaldadas por inversiones significativas de marcas, demuestran que el contenido de calidad en la televisión sigue siendo un rey indiscutible, capaz de cautivar audiencias y ofrecer un valioso espacio publicitario. Las marcas inteligentes seguirán reconociendo el poder de la televisión como un medio esencial para conectar con su público objetivo y contar sus historias de manera impactante.
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