Por: Max Sequeira Cascante, Director y Conductor de Café Empresarial -Consultor de Gestión Empresarial-Conferencista Internacional
(M&T)-. La importancia de fomentar y hasta generar acciones, benéficas para la comunidad local y mundial, no es algo nuevo que tenga poco tiempo de darse.
Desde que el ser humano aparece como tal, y pasa ese proceso de evolución y búsqueda del ser, es de importancia poder conformar grupos sociales, además de consolidar la tenencia de tierras y desarrollo de diferentes actividades socioeconómicas, lo que se conoce como civilización.
Y se habla de estas situaciones o estadios, porque es de relevancia destacar que en los tiempos por los que vive la humanidad, combatir temas como la violencia de género, riesgo social, desigualdad económica, el desempleo, son apenas la punta del iceberg, por sobre las cuáles los países y regiones, están teniendo que dar grandes acciones de desarrollo ético y social.
Por lo que; en estos tiempos, no es suficiente con que las compañías u organizaciones, se limiten a la proyección de videos o campañas de publicidad convencional y no convencional.
El generar eventos y acciones que tengan contacto directo con el ser humano, ha dado muchos cambios en la manera, del como las personas, siente, ven y hasta perciben, las acciones que una corporación puede ofrecer en el mercado que sea de alto impacto en el consumidor y la comunidad.
De acuerdo a la revista merca 2.0 (2015); se hace mención de lo siguiente; es por ello por lo que esta disciplina también evolucionó para adaptarse a las expectativas de los consumidores y tratar de impactarlos certeramente, acaparando su atención, en un mundo como en el que actualmente vivimos, lleno de estímulos publicitarios.
Pero además de impactar a los consumidores, el también generar acciones gerenciales, que sean de proyección a la comunidad en estos momentos son parte de los factores clave, para crear alto impacto mental, en la población.
Por eso no es de extrañar, que donaciones de alimentos para personas con dificultades económicas, cursos de terapia emocional y psicológica para colaboradores en las empresas, y hasta asociatividad empresarial, con diferentes actores a nivel nacional y regional, son apenas una parte de los programas de responsabilidad social corporativa, que las empresas están implementando.
En la Revista Merca2.0 a través de Yuri Alvarado (2018), hacen mención de esto; además a ojos del mercado, el marketing social puede ser una bocanada de aire fresco para las marcas, ya que permite varias ventajas. Primero que nada; permite hacer campañas de comunicación muy creativas, al tocar temas que no son comunes en la categoría. Esto contribuye a dar altos niveles de visibilidad a las marcas, los cuales son cada vez más difíciles de conseguir sobre todo si consideramos la gran cantidad de ruido publicitario que se genera hoy en día.
Un buen marketing social no solo es ver la publicidad de alto impacto, sino que; además debe venir acompañado de acciones concretas y verídicas, que sean de proyección a la comunidad; generando cadenas de acción agregada y alto impacto, a nivel local, nacional y hasta regional, que involucre a los diferentes actores, en el entorno.
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